Por Daniel Madrigal SojoLA VOZ DE GOICOECHEA.- Unas 10 personas han fallecido en la última década y media, y decenas han quedado en estado de minusvalía producto de las colisiones de vehículos que se han dado en la esquina que une a la Calle 49 con Avenida 29.
El paisaje del terror que se dibuja en el lugar, es elocuente si vemos que una de las esquinas de este punto, ubicado cien metros al norte del negocio denominado La Noche Buena, se encuentra casi forrada de barras de protección , dado que al colisionar los vehículos, estos en más de una ocasión atropellaron a transeúntes, y hasta se introdujeron a las casas.
Recuerdo que desde mi trinchera, hace unos ocho años, escribí notas a la Municipalidad de Goicoechea y a la Dirección General de Ingeniería de Tránsito solicitando en mi calidad de ciudadano, y de funcionario de esa municipalidad, la inmediata instalación de semáforos , así como una señalización adecuada. Incluso publiqué varias notas en diversos medios de comunicación nacionales, denunciando y solicitando la inmediata instalación de los artefactos.
El último fallecimiento fue el del señor Carlos Pettín Ciezar. En esos momentos un adulto mayor de 76 años de edad, quien una ingrata tarde del domingo 17 de agosto de 2014, fue atropellado por un automóvil cuyo chofer perdió el control, tras sufrir una aparatosa envestida de otro vehículo que se saltó la señal de alto. El señor Pettin se encontraba en la acera en el momento en que se aprestaba a pasar la calle rumbo al taller de zapatería de un amigo y colega suyo.
Fueron varios años de espera pero al final la cantidad de accidentes desapareció casi por completo.
Sin embargo, desde hace dos meses las luces de los artefactos se apagaron. No sabemos si producto del vandalismo o de algún otro accidente de tránsito. Lo cierto del caso es que las autoridades correspondientes posiblemente están esperando a que ocurra un nuevo accidente, que haya heridos y hasta fallecidos para “ponerse a trabajar, en lo que les paga, con todo y pluses salariales”.
Nuestra pregunta es ¿ por qué tiene que ocurrir una desgracia para actuar?
Desde este momento la responsabilizad previa sería de los altos funcionarios de la Dirección General de Ingeniería de Transito (DGIT)y de cualquier otra autoridad pública a la que le competa esta función, ante cualquier gota de sangre ciudadana que manche este sector, producto de este descuido tan inhumano.
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