Por Ronald Arrieta Calvo
LA VOZ DE GOICOECHEA.- El Concejo Municipal de Goicoechea protagonizó este lunes 16 de noviembre dos actos contrapuestos: uno a favor de la transparencia democrática y otro en contra de la transparencia democrática.
¿En qué consistió el acto a favor de la democracia?
Un elemento esencial para la convivencia democrática es la transparencia parlamentaria ya sea en la Asamblea Legislativa, en los Concejos Municipales o las juntas directivas de organizaciones y entes privados. El conocimiento a tiempo de la documentación permite analizarla y formarse un criterio para aprobar o desaprobar dictámenes y mociones. La cantidad de material a estudiar para cada sesión municipal requiere de al menos veinte horas de lectura y búsqueda de documentación. Sin embargo hasta el 22 de mayo de 2017 la documentación se entregaba pocas horas antes de iniciar la sesión.
Con el fin de permitir a regidores y regidoras estudiar y analizar la documentación, el 22 de mayo 2017 durante la presidencia de la Señora Irene Campos Jiménez introdujimos una norma en el reglamento de orden y debates del Concejo Municipal para que la documentación a ser tratada en la sesión de los lunes se enviara a más tardar a las cinco de la tarde de los días viernes inmediatos anteriores a esa sesión.
Dentro de las tácticas estratégicas de la camarilla constituida por Joaquín Sandoval, Guillermo Garbanzo, Gerardo Quesada, Julio Marenco y Rose Mary Artavia que se enquistaron el 1° de mayo de 2018 como mayoría, eliminaron esa reforma al reglamento.
Debido a que quienes nos mantuvimos con criterio autónomo fuimos excluidos también de las comisiones, no teníamos acceso al material a discutir en las sesiones, antes del día lunes por lo que quienes tenía un empleo con jornada de ocho horas, se nos hacía imposible analizar y descubrir el verdadero fondo de los dictámenes.
Dada la “franca violación al deber de probidad, responsabilidad, proporcionalidad y confianza legítima” interpusimos una solicitud de medida cautelar ante el tribunal contencioso administrativo. Sin embargo ese Tribunal actúo tan lentamente que resolvió pocos días antes de concluir nuestro período como regidores quedando deslegitimados para continuar actuando.
Ha sido de grata noticia que en la sesión número 46 del recién pasado lunes 16 de noviembre se hizo justicia. Cuatro regidores y tres regidoras del actual Concejo Municipal aprobaron volver a la norma que había sido introducida el 22 de mayo de 2017. El regidor presidente municipal Carlos Murillo Rodríguez y la regidora Xinia Vargas, ambos del Partiod Unidad Social Cristiana (PUSC) votaron en contra de que las y los regidores tuviesen suficiente tiempo para el análisis de mociones, dictámenes y correspondencia.
El argumento de la regidora Vargas fue la nota que empañó este gran avance, al decir que no la votaba porque perjudicaba a los vecinos del Cantón que quieran presentar oficios dirigidos al Concejo un lunes en la mañana. ¿Cuántos serán las o los vecinos que presentan correspondencia un lunes en la mañana? ¿Qué perjudica más a los vecinos del cantón? ¿Qué una exigua cantidad de personas que presenten oficios lunes en la mañana se les atrase la respuesta o que nuestras regidoras y regidores no cuenten con el suficiente tiempo para informarse y tomar las decisiones más convenientes para el Cantón? Es preocupante que con tal de salir del paso, se externen argumentos tan pueriles colindantes con la estulticia.
Pero lo que sí opacó la sesión municipal fue el desplante irrespetuoso para con todo el Cantón por parte de Carlos Murillo Rodríguez el incumplimiento de su palabra y falta al cumplimiento de su deber al no permitir que se discutiera una segunda moción incorporada al orden del día mediante alteración que fue votada positivamente por siete regidores. Murillo sometió a votación la alteración con las siguientes palabras: “…voy a tener que someter a votación una alteración para que se conozca estas dos mociones…”.
Mientras se leía la moción Murillo se dirigió hacia el regidor Fernando Chavarría a quien hincó con su dedo índice en su hombro haciéndole algunos señalamientos, en lugar de prestar atención al texto de la moción. Astutamente introdujo un receso por diez minutos para ganar tiempo y hacer expirar la sesión. Argumentó no conocer la moción, pero como la iba a conocer si durante su lectura irrespetuosamente abandonó su curul
Sin embargo Murillo cerró la sesión inmediatamente después de la votación de la primera moción de la alteración y no permitió conocer la segunda moción. Bien pudo haber extendido la sesión hasta terminar de discutir la segunda moción.
Estos agravios de ilegalidad al reglamento de orden y debates si son denunciados ante las instancias correspondientes demoran meses en ser resueltos y el castigo consiste en una advertencia inocua para quienes cometen estas graves faltas a la ética y a la ilegalidad.
Este tipo de irregularidades fueron cometidas en repetidas ocasiones en el anterior concejo por parte de Joaquín Sandoval, presidente municipal en el período 2018.2020 con el explícito apoyo del resto de la camarilla. Este tipo de faltas se cometen a sabiendas que quedarán impunes debido a la ineficiencia de nuestro sistema judicial.
Para combatir ese tipo de arbitrariedades las y los regidores pueden recurrir al inciso “m” del artículo 17i y convocar a sesión extraordinaria para discutir la moción o dictamen que el presidente municipal impidió ilegalmente someter a discusión.
Hay que poner un alto al deterioro de la democracia en el seno del Concejo Municipal de Goicoechea. Dos años y medio de arbitrariedades y autoritarismo son más que suficientes.
i “Convocar al Concejo a sesiones extraordinarias o cuando se lo solicite, con veinticuatro horas de anticipación, por lo menos la tercera parte de los regidores propietarios.”
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