Un juego de suma cero es aquel en que el jugador se lo juega "al todo o nada", es decir, o ganas o pierdes. No se puede negociar sino imponer y en ese estilo los riesgos son demasiado grandes cuando el que participa dice representar a otras personas y no solo a sí mismo.
Esa estrategia es propia de revoluciones desesperadas, previas a intentos de golpes de Estado, donde los ciudadanos desistieron del proceso democrático y renunciaron a sus condiciones para luchar por el poder.
No parece que esas sean las condiciones de Costa Rica, a pesar de los sueños sicotrópicos de algunos que fantasean con los jacobinos, el Terror y el invento del doctor Gullotin. Quizá olvidan o nunca supieron quién fue Robespierre y como terminó sus días.
Los bloqueos están a cargo de diversos grupos, todos desencadenados entre sí: los narcos que denunció Corrales, los que coordinan algunos dirigentes del Frente Amplio, especialmente en la zona de Pérez Zeledón, los de los religiosos en la entrada de Nicoya y sectores de la zona sur, los de Quijano y sus buenas intenciones y pocas personas en Bagaces, los resabios de oreros en Abangares, los de los agricultores con plata y otros con menos plata en la zona norte, sumados a los amigos de Guido más otros narcos de los que habló Corrales y grupos desordenados en Limón.
Aquello no lo coordina nadie, ninguna persona lo puede armar y no responde a nada más que a la ocurrencia y al entusiasmo y, en algunos casos, a la criminalidad y la delincuencia.
Como negociar así ?---al inicio, los Corrales y los Guidos nos quisieron hacer creer que ellos dirigían las huestes, pero ahora está claro que no es así. Y entonces...???...invitar a Célimo, el gritón, a una reunión con el Presidente, qué logra, más allá de poder darnos cuenta de sus devaneos y ocurrencias...???...se logra escuchar " la voz del pueblo" con él...??? Evidentemente que no.
Guido apostó al todo o nada. O se le hacía caso o se mantiene en sus siete, anunciando su martirio y la hecatombe nacional. Nadie lo va a encarcelar, porque solo a él le importa su futuro político, así que no debe preocuparse. Lo grave es qué pasará este lunes 12 cuando a don Célimo se le ocurra marchar por la capital hacia la Casa Presidencial con su brújula perdida y acompañado por sectores que ni coordina ni dirige. Estorbarán un rato el tráfico vehicular y luego qué...??
Corrales y Guido desperdiciaron el momento al negarse a negociar frente al país con el bloqueo levantado. Estimo que sabían que nadie les haría caso y el alboroto que crearon estos aprendices de mago ya no lo podían desactivar hasta que los curiosos se cansaran, a los narcos se les acabara el entusiasmo y a los ideólogos de teclado los invitaran a cantar "Hasta siempre, Comandante" o a entonar una trova con ron Santiago en sus gaznates.
Espero que no sea demasiado tarde para que los alborotadores de pasquín se den cuenta que no estamos en los Estados Generales de 1789, Alvarado no es Luis XVI ni Guido ni Corrales son Danton ni Robespierre.
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