¿Cuándo debo de accionar y cuando debo de estar quieto?
Debo de accionar; según el discernimiento de lo que Dios, la vida, el espíritu dicen, cuando debemos de movernos y cuando no. Además, el discernimiento va a indicar cuál es la dirección y el propósito del cual fui escogido.
De repente hacemos las actividades cotidianas a la carrera, debemos saber cómo sostener nuestras emociones. Sin embargo, van a venir circunstancias que van a poner a prueba nuestro carácter y vamos a tener comportamientos insensatos y ahí viene el fracaso.
Es por ello, que no debemos hacer todo a la carrera, porque Dios nos va ayudar a conocer cuál es el propósito que tenemos en nuestras vidas, para que se lleven a cabo.
Sin embargo, a través del fracaso podemos levantarnos, continuar caminando y aprender del escenario en que estuvimos atravesando. Pero, debemos estar queditos y esperar en Dios nos dé una dirección de lo que debo hacer y de lo que debo guardar en el corazón.
A veces estamos accionando, corriendo y haciendo cosas que no debemos hacer, porque no es el momento oportuno. ¿Qué quiere decir esto? Todo tiene su tiempo, como dice la palabra de Dios, tiempo de nacer, tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo para edificar.
Porque cuando usted empieza escuchar a los demás, entonces las personas comienzan a escoger por usted. Y al final, usted no va hacer lo que anhela, es por ello, que hay que estar quietos y no correr, haga cosas con el propósito que usted fue establecido.
El propósito es que usted lleve una fe mucho mayor de gloria, hablo de una fe que no es una religión; sino una fe en creer en uno mismo.
Por eso, les digo que se detengan para que todo les salga bien, ¿Qué es lo que debo hacer? Es detenerse y pensar en hacer lo correcto.
¿Cuál es el tiempo de accionar? Es cuando usted tiene todas las cosas en agenda, porque si usted actúa desordenadamente, está malgastando su tiempo. Le aconsejo hacer las cosas con prudencia. Vamos; introduzca la prudencia, las cosas bajo la dirección que usted planteó.
Le tengo una buena noticia, es que usted ya no va a actuar por emoción, sino por convicción y certeza porque usted planificó todo lo que iba acontecer.
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