LA VOZ DE GOICOECHEA.- Desde el año 1982, Gobierno tras Gobierno vienen endeudado a Costa Rica sin asumir las responsabilidades, al día de hoy tenenos una clase media que está condenada a desaparecer y una pobreza que cuya única garantía es que aumentará. Mientras esto sucede, disminuye la credibilidad hacia el político en general y como efecto dominó, aumenta el abtencionismo y es entendible.
En un pueblo de Italia de la provincia de Udine, tras la muerte de un ser amado tienen una ceremonia muy peculiar, los más fuertes de la familia abren el sarcófago de la cripta anexa a la Catedral y sacan a su antepasado. Lo visten con nuevas ropas y lo engalanan con flores de temporada.
La compungida esposa procede a pasear con el difunto por los jardines del camposanto, recordando viejas historias y anunciando las aventuras a los nuevos miembros del clan.
La ceremonia que práctica el pueblo de Udine se asemeja increíblemente a nuestras campañas políticas de cada cuarto años. Sacan a expresidentes fallecidos, buscan sus mejores fotograafias y comienzan las interpretaciones de como su salvador actuarían ante una situación semejante. Y si la persona aun se encuentra con nosotros, buscan el traje de dominguiar y lo exhiben en giras a cada una de las comunidades.
Es evidente que la clase política requiere un urgente relevo generacional intelectual y físico y a pesar de la crisis que se avecina, una parte importante de políticos se resisten a ello ya que su estatus quo se ve muy afectado; no se debe tratar de tapar el sol con un dedo.
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