LA VOZ DE GOICOECHEA.- Te vamos a enseñar cómo consumir alimentos en conserva de manera segura para que aprendas a introducir estos productos en la dieta habitual con garantías. Sigue leyendo.
Seguro que ya has escuchado que no se deben de ingerir ultraprocesados con regularidad. Estos productos empeoran el estado de salud general debido a su pobre valor nutricional. Contienen azúcares añadidos y grasas trans. Sin embargo, no todos los productos industriales se consideran ultraprocesados. Por ello, te vamos a hablar de los alimentos en conserva.
Las conservas han sido sometidas a una serie de procesos térmicos o físicos con el objetivo de aumentar su vida útil. Su contenido en nutrientes no ha sido muy alterado, aunque pueden contener algún aceite o salmuera adicional. No obstante, es preciso saber cómo hacer uso de ellas de forma segura. A continuación te lo mostramos.
Los alimentos en conserva se pueden consumir con cierta asiduidad. Destacan entre ellos las conservas de pescados y las de legumbres.
Dichos productos se caracterizan por un alto contenido en proteínas. Estos nutrientes son indispensables para la prevención de las patologías que cursan con atrofia muscular, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrition Research.
A su vez, contienen minerales necesarios para asegurar un adecuado estado de salud. Uno de ellos es el hierro. Este elemento garantiza el transporte de oxígeno por medio de la sangre. Una reducción de los niveles del mismo ha demostrado incrementar la incidencia de ciertas patologías como la anemia, lo cual puede condicionar el metabolismo, el embarazo y el crecimiento de los niños.
Por norma general, se aconseja que los alimentos en conserva se guarden en un lugar fresco y ventilado, lejos de la radiación solar. Una despensa es un sitio ideal para mantenerlas en un perfecto estado.
De todos modos, es crucial evitar que les dé el sol, ya que se podría recalentar su contenido y podrían desprenderse metales del envase en el que están guardados. El aluminio y sus sales son compuestos que intervienen negativamente de esta manera.
En el caso de los alimentos en conserva que vienen guardados en botes de cristal, una vez abiertos es necesario introducirlos en la nevera. El frío asegurará que mantienen su salubridad unos cuantos días después de su primer uso.
De hecho, en el frigorífico pueden aguantar entre 3 o 4 días. Es conveniente no desechar la salmuera que contienen, ya que este líquido mejora las propiedades organolépticas del alimento y garantiza la ausencia de organismos patógenos.
A la hora de elegir un alimento en conserva, la mejor opción resulta recurrir a aquellos que han sido envasados al natural. Respetar esta premisa resulta muy sencillo en el caso de los productos del mar, como el atún o los moluscos. Sin embargo, las conservas vegetales y los encurtidos suelen venir sumergidos en una salmuera que los protege.
Este líquido se caracteriza por su alto contenido en sodio. Dicho mineral es capaz de incrementar la presión sanguínea si se consume en exceso, tal y como afirma un estudio publicado en la revista International Journal of Epidemiology. No obstante, en individuos sanos estos alimentos se pueden ingerir de forma más o menos habitual sin ningún tipo de consecuencia negativa para la salud.
A la hora de proceder a su ingesta, es necesario lavarlas concienzudamente, para eliminar así los restos del líquido y que no se dañen las propiedades organolépticas del alimento. En el caso de elegir alguna conserva que contenga aceite, la mejor opción resulta desechar la parte oleosa para reducir el valor calórico del producto final.
Además, resulta recomendable priorizar la compra de alimentos en conserva que vengan envasados en botes de cristal frente a aquellos que aparecen en el interior de una lata. En ocasiones, las latas desprenden ciertos metales que se introducen en el producto, como el aluminio. Este metal ha demostrado incrementar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas si se ingiere de forma habitual.
Como has podido comprobar, las conservas se pueden introducir en la alimentación sin que causen perjuicios para la salud. Sin embargo, es necesario tener ciertas precauciones respecto a su consumo. Si eliges un alimento en conserva enlatado, asegúrate de que el envase no esté abollado u oxidado, de lo contrario será mejor desecharlo.
Además, respeta las preferencias que te hemos comentado, priorizando aquellos contenidos en botes de cristal. Recuerda lavarlos bien antes de su consumo. Si el líquido que los contiene está muy turbio, revisa la fecha de consumo preferente y si el envase está dañado o se ha perdido el vacío en su interior. En el caso de tener dudas, te aconsejamos no ingerirlo.
Por último, ten en cuenta que las conservas no se incluyen dentro del grupo de los alimentos ultraprocesados. Por este motivo, su consumo no está contraindicado para la salud.
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