La ceremonia tuvo lugar en un abarrotado Gran Palacio del Pueblo, en Pekín, sede de las reuniones anuales del Parlamento chino o de las recepciones a dignatarios extranjeros.
Entre ellos, destaca el epidemiólogo que lideró la lucha contra el SARS en 2003 -y que también ha tenido una posición destacada en la batalla contra el coronavirus SARS-CoV-2-, Zhong Nanshan, a quien se le impuso hoy la Medalla de la República.
CHINA, DE VUELTA AL CRECIMIENTO
Más de la mitad de la ceremonia la protagonizó un discurso del presidente chino, Xi Jinping.
"La COVID-19 nos cogió a todos por sorpresa", afirmó el mandatario, quien presumió de que el país que comanda, gracias a las restrictivas medidas de prevención adoptadas, es "la primera gran economía en volver al crecimiento".
Asimismo, y a pesar de ofrecer una intervención triunfalista, Xi adelantó que todavía queda trabajo por hacer: "Una victoria completa requiere de un esfuerzo continuo".
SIN CONTAGIADOS LOCALES
Todo esto horas después de que la Comisión Nacional de Sanidad asegurara que los 175 infectados activos del coronavirus SARS-Cov-2 que actualmente tiene registrados el país asiático son en su totalidad viajeros procedentes del extranjero.
La fuente precisó que, hasta la pasada medianoche local (16.00 hora GMT del lunes), había en China 175 casos activos, 2 de los cuales en estado grave, y todos ellos diagnosticados a pacientes procedentes de fuera de las fronteras chinas, los conocidos como casos "importados".
AVANCES CON LAS VACUNAS
La prensa local, además, se hizo eco hoy de avances con las vacunas que empresas chinas están desarrollando contra la COVID-19.
Según un directivo del Grupo Nacional de Biotecnología de China (CNBG), Zhou Song, "se ha vacunado a cientos de miles (de personas) y ninguno ha mostrado ningún efecto adverso evidente ni se ha contagiado".
Zhou aseveró que es probable que las dos candidatas a vacuna que desarrolla CNBG -filial de Sinopharm- ofrezcan una inmunidad de hasta tres años.
“Ahora mismo, basándonos en los resultados de los experimentos en animales, de las investigaciones por fases y en vacunas que utilizan tecnología similar, no hay dudas de que la inmunidad puede durar entre uno y tres años”, prometió.
Esto, según Zhou, haría innecesario organizar campañas anuales de vacunación contra el coronavirus similares a las de la gripe, ya que el SARS-CoV-2 no está mutando tanto como para que la vacuna basada en el virus inactivado de CNBG tuviera problemas para enfrentarse a él.
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