Por:
Isaí Jara Arias
LA
VOZ DE GOICOECHEA.- Ocho Asociaciones deportivas privadas han solicitado la
renuncia del presidente del Comité Cantonal de Deportes y Recreación de Goicoechea, aduciendo que no tiene un rumbo
definido, claro y transparente, falta de liderazgo, incapacidad para resolver
conflictos, ausencia de trabajo en equipo y ruptura de relaciones cordiales con
otros miembros de la junta directiva.
De
todas las asociaciones deportivas afiliadas al Comité Cantonal de Deportes y Recreación
de Goicoechea (CCDRG), solo atletismo lo maneja directamente el CCDRG, las demás
son privadas.
Salas,
niega rotundamente los hechos imputados por las asociaciones y externa que, “es muy difícil trabajar cuando hay miembros de la
Junta Directiva cuestionados en la ética y moral pública y otros que su aporte
es más la critica que la construcción o la presentación de proyectos y
actividades deportivas-recreativas, que lejos de dar cumplimientos a la ley de
administración pública y control interno llegan a promocionarse políticamente, eso
se puede comprobar con las lecturas de las actas aprobadas en las sesiones de
junta directiva”.
Imagínense
que “a todas estas disciplinas se les da gratis el uso de instalaciones agua
electricidad y en juegos nacionales se les compran uniformes, se ayuda con
transporte árbitros alimentación etc.,” dijo.
Los
costos que le genera mensualmente las piscinas al CCDRG son bien altos, en agua,
electricidad y gas son aproximadamente 2 millones 700 mil colones, más el
administrador de la piscina, el guarda, piscinero, conserje y mantenimiento,
etc.
“De
todas ellas solo natación y fútbol masculino aporta una cantidad en alquiler
del estadio y las piscinas”, indico Salas.
Ahora,
aquí hay cosas de legalidad que a veces no se quieren entender, la Contraloría
General de la República (CGR), ante consulta del auditor de la Municipalidad de
Cartago sobre si puede una Asociación Deportiva suscribir convenios de cooperación
con un Comité Cantonal de Deportes y Recreación y recibir de dicho comité, ¿una
subvención monetaria mensual para los gastos ordinarios de la asociación (entre
ellos el pago de entrenadores y promotores)?, expresó en sus conclusiones, “en
ese sentido, las donaciones que facultativamente puede disponer un CCDR no son de tipo dinerario; de manera taxativa
se autorizó la donación de implementos, materiales
y, maquinaria y equipo a los sujetos y según la finalidad contemplada en el artículo 179 del Código Municipal.
“Ante
esta situación la idea es que, si las asociaciones deportivas NO se les puede
girar dinero, el comité debe asumir la contratación de entrenadores a Juegos
nacionales y los entrenadores de recreación, y ahí empiezan los problemas y creo
que por ahí anda lo del malestar de las asociaciones”, acotó Salas.
Además,
las asociaciones deportivas siempre se han concentrado en juegos nacionales y
no en la recreación o sea muy poco, no se ha podido llevar equitativamente el
deporte y la recreación a los comités de distrito deportivos.
¿Don
Ronal ante esto que hacer?
Bueno,
ya el comité tiene un plan de desarrollo recreativo.
Para
los Juegos nacionales lo más lógico es que los entrenadores lo asuman el CCDRG
y los dos promotores deportivos que se pagan a tiempo completo supervisen ese
trabajo.
“Por
otra parte, las disciplinas que generan medallas de oro son las individuales y
no las de equipo que son las más caras de mantener”, dijo.
Ya
yo había expresado en días pasados que cuando ingresé como presidente al comité
nos encontramos que el 80% del presupuesto se utilizaba para el pago de
planillas administrativas y no deportivas, no había recursos económicos para
darle a las asociaciones deportivas y comités comunales deportivos, faltaba un
Manual Descriptivo de Puestos, personal no capacitado en puestos de
administración y finanzas. “Todo se hacía a dedo; lo que existía era la cultura
organizacional del rumor y serrucho pisos”, expone.
Además, se encontraron
con problemas financieros, administrativos, deportivos, de infraestructura, de
mala opinión sobre la gestión del CCDRG "no se hacía deporte, los dineros
eran mal manejados y se perdían tanto los de las ventas de servicios como los
que da la municipalidad; lo que existía era la cultura organizacional del
desorden y administración tipo pulpería y claro, al poner orden se cae mal y
cualquiera es malo”, indicó Salas.
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