LA VOZ DE GOICOECHEA.- Ronald Salas Barquero, presidente del Comité Cantonal de Deportes y Recreación de Goicoechea (CCDR), se sacude de una serie de críticas y acusaciones que le hacen algunas personas – supuestamente azuzados por algunos políticos del cantón - a su gestión durante estos 3 años de presidir ese comité.
En un oficio dirigido al Concejo Municipal - el cual este medio tiene copia- Salas, deja claro que su gestión ha estado apegado a la legalidad, transparencia, y honestidad, indica que no le tiene ningún temor a los procedimientos administrativos que dicta el control interno, “el que nada debe nada teme" expresa.
Expresa el documento, que no se le ha demostrado el uso indebido de un solo cinco de las arcas públicas, más bien su gestión a sido dirigida al establecimiento de mecanismos de planificación, procedimientos administrativos, financieros, presupuestarios y deportivos y que lo han realizado con la ayuda de la municipalidad y otras organizaciones públicas, como la Universidad Nacional, el Ministerio de Hacienda, la Contraloría de la República y el Ministerio de Salud, entre otras, y que eso ha hecho que se haya ido construyendo, utilizando y aplicando mejoramientos en la gestión deportiva, recreativa del CCDRG”.
“La Junta Directiva del Comité Cantonal es un órgano colegiado, las decisiones que se tomen son de la junta directiva y la organización como un todo, no solo de una persona y así constan en actas y lo conoce la auditoria municipal”, expresó.
“Mi único pecado es trabajar por ordenar la casa; ahora sí lo más fácil es decir a la presidencia municipal que se me abran procesos disciplinarios en vez de ayudar a ordenar la casa, es otra cosa”, dijo.
La Junta Directiva 2017-2019, trabajó muy fuerte con el fin de corregir desordenes administrativos-financieros, denuncias en los tribunales de justicia contra funcionarios y ex miembros de otras juntas directivas anteriores, informes de auditoría interna y externa donde se enumeran serios problemas en el desarrollo del comité.
En ese periodo se encontraron que el 80% del presupuesto se utilizaba para el pago de planillas administrativas y no deportivas, no había recursos económicos para darle a las asociaciones deportivas y comités comunales deportivos, faltaba un Manual Descriptivo de Puestos, personal no capacitado en puestos de administración y finanzas. “Todo se hacía a dedo; lo que existía era la cultura organizacional del rumor y serrucho pisos”, expone.
Además, se encontraron con problemas financieros, administrativos, deportivos, de infraestructura, de mala opinión sobre la gestión del CCDRG "no se hacía deporte, los dineros eran mal manejados y se perdían tanto los de las ventas de servicios como los que da la municipalidad; lo que existía era la cultura organizacional del desorden y administración tipo pulpería”, explica.
“Es muy difícil trabajar cuando hay miembros cuestionados en la ética y moral pública y otros que su aporte es más la critica que la construcción o la presentación de proyectos y actividades deportivas-recreativas, que lejos de dar cumplimientos a la ley de administración pública y control interno llegan a promocionarse políticamente, eso se puede comprobar con las lecturas de las actas aprobadas en las sesiones de junta directiva, explica en el documento”, dice Salas.
Por otra parte, la curva de aprendizaje de la gestión deportiva es lenta y las limitaciones de identificación y tiempo disponible a esta tarea sin ningún pago salarial, con las responsabilidades que se exigen en el cumplimiento de la ley de administración pública y control interno, más las presiones de los actores políticos (cultura organizacional en el ámbito municipal a nivel local y nacional), son ingredientes que obstaculizan esta labor.
El tener que colaborar como profesional en el campo administrativo y de planificación sin ser funcionario de planta u oficina, por razones de carencia de personal especializado y competente, no es un problema de este servidor es de la falta de la aprobación de un manual descriptivo de puestos, procedimientos de control interno, ausencia de un departamento de recursos humanos, de proveeduría, etc., etc., es una situación que viene de años, indica Salas a los regidores.
En
este camino de alegrías, desalientos, pugnas, contradicciones, espinas y piedras
en el caminar de la organización hay que tomar decisiones administrativas, deportivas
y financieras y en mi caso personal, lo lógico desde mi experiencia como
académico por más de 30 años en la UNA, es crear proyectos y programas para
alcanzar la misión estratégica del (CCDRG).
“Mi colaboración para con el CCDRG ha sido más de aporte profesional, de ordenamiento y compromiso con el deporte y la recreación, nadie me ha visto utilizando el puesto como trampolín para aspirar a puestos políticos, ya sean estos municipales o de la asamblea legislativa, es todo lo contrario”, dice.
“La mejor satisfacción es la que nos da la auditoría interna municipal, al revisar nuestro informe correspondiente a esa gestión 2017-2019, donde se felicita a la Junta Directiva por el esfuerzo que se realizó en mejorar el control interno de la institución y en lo personal me quedo con eso”, puntualizó.
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