Por Carlos Vindas
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Unas hermanas que fueron separadas desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos, acaban de experimentar la reunión de su vida, créalo o no gracias al COVID-19.
Una de ellas con 53 años, había buscado a su hermana mayor durante años, sin embargo durante un día de trabajo de rutina en el centro de rehabilitación, vio un nombre en una pizarra que le llamó la atención.
Su hermana de 73 años acababa de ser ingresada para recuperarse de algunas lesiones producto del debilitamiento que dejo el COVID-19 en su cuerpo débil y frágil.
"Le dije, es tu padre Wendall Hoffman y ella dijo 'ese es mi papá'. Entonces me señalé a mí misma sabiendo que ella tenía problemas de audición y le dije que él también era el mío", comento mientras sostenía la mano de su hermana.
"Ella dijo: 'Soy tu hermana, Bev' y literalmente me levanté de la silla y comencé a llorar". Es una sensación de mucha felicidad, ya que habian pasado 53 años desde que se vieron cuando aun eran bebés.
Las hermanas recordaron que hubo cinco hermanos, todos separados y adoptados por diferentes familias hace más de 50 años; para ellas el encontrarse era algo inesperado, pero una dulce sorpresa.
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Unas hermanas que fueron separadas desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos, acaban de experimentar la reunión de su vida, créalo o no gracias al COVID-19.
Una de ellas con 53 años, había buscado a su hermana mayor durante años, sin embargo durante un día de trabajo de rutina en el centro de rehabilitación, vio un nombre en una pizarra que le llamó la atención.
Su hermana de 73 años acababa de ser ingresada para recuperarse de algunas lesiones producto del debilitamiento que dejo el COVID-19 en su cuerpo débil y frágil.
"Le dije, es tu padre Wendall Hoffman y ella dijo 'ese es mi papá'. Entonces me señalé a mí misma sabiendo que ella tenía problemas de audición y le dije que él también era el mío", comento mientras sostenía la mano de su hermana.
"Ella dijo: 'Soy tu hermana, Bev' y literalmente me levanté de la silla y comencé a llorar". Es una sensación de mucha felicidad, ya que habian pasado 53 años desde que se vieron cuando aun eran bebés.
Las hermanas recordaron que hubo cinco hermanos, todos separados y adoptados por diferentes familias hace más de 50 años; para ellas el encontrarse era algo inesperado, pero una dulce sorpresa.
"Me perdí su vida y ella se perdió la mía, pero nos encontramos. Fue la bendición del Señor que me enviaran aquí, porque si no me enviaran aquí, nunca la habría encontrado a ella ni al resto de la familia, mis hermanos y mis hermanas", concluyó una de ellas.
*
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) es un medio de comunicación independiente, y no toma como suyas dichas opiniones por lo que no se responsabiliza por el contenido emitido por terceros.
Escríbenos a nuestro correo electrónico
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________