Por Carlos L. Vindas Jiménez
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Este artículo ha sido verificado y aprobado por la médica Elisa Martin Cano.
Los síntomas de un nivel alto de azúcar pueden pasar desapercibidos, a veces por mucho tiempo. Principalmente en niños o personas que no se chequean con el médico de forma regular.
Los síntomas presentan sobre todo en las personas que tienen diabetes. Sin embargo, también pueden ser la consecuencia de algunas enfermedades o de la ingestión de ciertos medicamentos.
Hay que tener en cuenta que estas manifestaciones clínicas no se pueden tomar a la ligera. Si bien es cierto que son frecuentes entre los pacientes con diabetes tipo 2, no siempre corresponden a dicho trastorno, por lo que la evaluación médica será fundamental.
¿Qué es un nivel alto de azúcar en la sangre?
El nivel alto de azúcar en la sangre, también llamado «hiperglucemia », se produce cuando el cuerpo no logra mantener un nivel normal de glucosa, ya que el páncreas no produce suficiente insulina.
En algunos casos, puede que las células sean resistentes a la insulina; por lo que el páncreas no logra mantener su ritmo y la glucosa comienza a acumularse en el torrente sanguíneo, en lugar de ir a las células.
Un nivel alto de azúcar en la sangre es cuando el mismo es superior a 130 mg / dl, antes de una comida; o mayor a 180 mg / dl dos horas después de haber comido. Cuando las mediciones superan esos valores se habla de hiperglucemia.
Por lo general, los síntomas de un nivel alto de azúcar en la sangre aparecen solo cuando la glucemia es superior a 250 mg / dl.
Síntomas de un nivel moderadamente alto de azúcar
Cuando el nivel de glucosa en la sangre está un poco por encima del rango normal, durante períodos prolongados, es habitual que aparezcan manifestaciones leves. Estas incluyen los tres típicos síntomas de un nivel alto de azúcar:
- Sensación de sed constante.
- Más micciones.
- Mayor apetito.
Cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos, hay cambios en los hábitos de orina y el apetito. Las células bombean agua al torrente sanguíneo y los riñones son incapaces de reabsorberla, por lo cual hay una expulsión incontrolable de agua, lo que provoca la orina
Lo cual también aumenta la deshidratación, aumentando la sensación de sed.
- Sed extrema.
- Vista borrosa.
- Piel enrojecida, caliente y seca.
- Aturdimiento o agitación.
- Somnolencia o dificultad para despertarse.
- Aumento de la frecuencia cardíaca y pulso débil.
- Respiración agitada y profunda.
- Dolor abdominal y vómito.
- Aliento con olor afrutado y fuerte.
- Confusión y letargo.
Otros síntomas que muchas veces aparecen antes de que se diagnostique diabetes, son los siguientes:
- Pérdida de peso. A pesar de que la persona come más y más, no aumenta de peso, sino que lo pierde.
- Más infecciones. Se presentan infecciones urinarias y micóticas (hongos y candidiasis). El elevado nivel de glucosa es responsable de esto.
- Lentitud en la sanación y cicatrización de heridas.
- Piel seca y picor. Obedece, por lo general, a la deshidratación y a la mala circulación originada por la glucemia alta.
- Problemas de visión. Hay visión borrosa, también por la deshidratación. Con el tiempo puede dar lugar a problemas graves, como la retinopatía.
- Dolor de cabeza y dificultad para concentrarse.
- Estreñimiento crónico o diarrea crónica.
- Disfunción eréctil.
- Irritabilidad.
Los síntomas de un nivel alto de azúcar no deben pasarse por alto. Ante la sospecha de descontroles en los niveles de glucosa es conveniente acudir al médico.
Si los síntomas son recurrentes, el profesional puede sugerir algunas pruebas complementarias para determinar si hay diabetes. De ser así, orientará hacia un tratamiento adecuado, según el caso.
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