Por el WebMaster
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Cuando nos estamos malacostumbrando a cifras diarias de casos de covid-19 que suman centenas, también muchos se preguntan, ¿cuándo pasará esta curva?, ¿se podrá controlar?
Según el coordinador de la maestría de Epidemiología de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (EMV-UNA), Juan José Romero, se podrían presentar dos posibles escenarios:
1- Uno optimista, donde la tasa de contagio (Rt) disminuya hasta llegar a 1 (que una persona positiva contagia solamente a otra más) y se mantenga cerca de ese nivel, para luego empezar a bajar poco a poco.
2- El otro es pesimista, en el que los contagios puedan llegar a 1.000 o 1.500 personas por día, pero este escenario implicaría que nos portáramos muy mal, por lo que dependerá de las fases de apertura anteriores y posteriores al Día de la Madre para obtener una mejor referencia.
Por otro lado, el hecho que desde ya se cancelaran los festejos populares de fin y principio de año, lejos de ser un mal augurio, es una medida adecuada, según el especialista, pues si de setiembre a noviembre se logra aplanar la curva y volver de nuevo a 100 o menos casos diarios de contagio, no hay razón para soltar las amarras en diciembre y de nuevo incrementar los casos de hospitalización.
Según Romero, la forma en la que la covid-19 impactó al país desde el 8 de marzo hasta acá no ha sido tan ruda.
El epidemiólogo explicó que se han dado dos grandes momentos, una primera ola muy benevolente, pero que, proporcionalmente, envió una mayor cantidad de personas a las unidades de cuidados intensivos y la ola actual, con bastantes personas graves. El especialista de la UNA detalló que en la primera ola fueron afectadas personas de clase media y alta. Luego, en la segunda ola, hubo un impacto en todos los estratos, pero especialmente a personas en condición de vulnerabilidad.
Resultó fácil contener la primera ola, pero ha sido muy complicado hacerlo con la segunda, esto por los lugares afectados, el tipo de personas infectadas y, además, por el irrespeto de algunos que afectó al resto que hacen las cosas bien.
Destacó que con la reapertura comercial en algunos sectores, algunas personas se desordenan más de lo deseado y ocurren una serie de contagios que el Ministerio de Salud y el Gobierno no tenían proyectados; pero a eso se le suma la aparición de casos en las zonas con asentamientos informales o de alta vulnerabilidad. “Por eso tuvimos un junio tibio y luego un julio con esa explosión del 80% de los casos o más que ocurrieron concentrados en un mes”, comentó.
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