Por el WebMaster
LA VOZ DE GOICOECHEA.- Tras sobrevivir por 60 años a líos políticos, socioeconómicos y militares y al crimen organizado, La Sorda se rindió por la parálisis financiera causada por el coronavirus, en la ciudad de San José de Cúcuta, en Colombia.
Todo taxistas cucuteños siempre soltaba un consejo: “No deje de ir a La Sorda”.
Un lugar que era un prostíbulo, hotel, sala de billar, cantina y restaurante ubicado en el barrio El Páramo, de Cúcuta, y conocido por todos como "La Sorda" funcionó desde 1960 para la recreación de centenares de miles de personas en una de las principales urbes de Colombia que limita con Venezuela.
Para muchos un lugar por el cual ”pasaron políticos, religiosos, extranjeros”, que hoy ”lamentablemente, por la difícil situación de frontera, económica y de seguridad, y por el Covid-19, esta cerrando al igual que otros lugares emblemáticos”.
La Sorda floreció en la década de 1960 por el auge del bolívar, la moneda venezolana ahora en aguda devaluación, frente al peso colombiano.
La Sorda comenzó a albergar a numerosas venezolanas que se prostituyeron por varios meses, ganando sumas equivalentes en dólares o bolívares y que hoy por el COVID y todos sus efectos cierra dejando atrás una historia tanto en nacionales como extranjeros que escucharon el buen consejo que los taxistas les dieron al llegar a esa ciudad.
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