La mastalgia se define como dolor mamario, es decir, dolor de senos. Por desgracia, muchas mujeres lo sufren, en mayor medida, durante el síndrome premenstrual. La menstruación está influenciada por multitud de factores, viéndose relación entre el dolor de senos y el ciclo menstrual.
A menudo, es común en mujeres jóvenes y, con la llegada de la menopausia, desaparece. En torno a un 70 % de las mujeres lo han experimentado alguna vez en la vida. Conoce más sobre este síntoma tan típico durante la menstruación.
El ciclo menstrual no es más que un proceso llevado a cabo por infinidad de hormonas que condicionan cómo y cuándo se producirá el ciclo. La mastalgia resulta ser uno de los síntomas más típicos en diferentes fases del ciclo menstrual.
Por lo general, aparece durante la segunda mitad del ciclo (tras la ovulación, conocida como fase lútea) y desaparece al comienzo del período. En este período tienen lugar cambios hormonales como los siguientes:
Los estrógenos alcanzan su pico máximo en la ovulación. Esto se resume en un crecimiento de los conductos mamarios.
La progesterona alcanza su pico máximo unos días más tarde (Día 21). Esto provoca un agrandamiento de los lóbulos mamarios, lo que ayuda a que se formen células preparadas para la producción de leche.
Para entenderlo mejor, los cambios hormonales ocurridos durante esta fase provocan inflamación, hinchazón y aumento del tamaño de los senos, lo cual resulta doloroso en muchas ocasiones. Además, si se lleva a cabo el embarazo (al mantenerse la progesterona alta) continuarán inflamadas más tiempo.
Biológicamente, las mamas tienen mayor número de receptores para estas sustancias, lo que hace que sea una glándula hormono-dependiente. En gran medida, los senos reaccionan con mayor facilidad a las hormonas que el resto de órgano del organismo.
Los dolores en senos se relacionan en su gran mayoría al síndrome premenstrual (semana previa a la menstruación) o a cambios mamarios benignos (por ejemplo, enfermedad fibroquística mamaria). Aunque, en líneas generales sucede por esto, existen factores de riesgo como los que comentamos a continuación:
Consumir dietas ricas en grasa.
Excederse con la cafeína, teína o chocolate.
Antecedentes familiares de dolor durante el ciclo.
Ciertos medicamentos (hormonas, antidepresivos, etcétera).
Tamaño grande de los senos (aumenta la carga de peso y se puede acompañar de dolores de espalda o cuello).
Presentar dolor en los senos no tiene porqué ser signo de cáncer de mama. Solo un 10 % de los casos de tumores malignos en las mamas provocan dolor leve.
Existe una diferencia entre los síntomas mamarios relacionados con el ciclo menstrual y los que no se desarrollan por procesos cíclicos.
Los síntomas mamarios influenciados por el ciclo menstrual son la causa más típica de dolor en los senos y se conocen con el nombre de síndrome de tensión premenstrual. Como ya se ha visto en este artículo, se provoca por cambios hormonales que se caracterizan por lo siguiente:
Afecta a personas jóvenes.
Por regla general, no afecta ni durante ni después de la menopausia.
Distribución homogénea y bilateral (es decir, duelen las dos mamas y se extiende por toda la glándula mamaria).
Hinchazón o inflamación.
Acumulación o retención de líquidos en las mamas.
Aumento ligero de tamaño.
Turgencia (senos abultados y firmes).
Dolor continuo (que puede pasar de leve a intenso) solo durante una etapa del ciclo.
Al tacto se notan pequeños bultos o nudosidades extendidas por toda la mama.
Aumento de la intensidad de los síntomas dos semanas antes de la menstruación.
Desaparece el dolor post-inicio del período.
El dolor en los senos suele ser pasajero y, en la mayoría de los casos, tiene su origen en el síndrome premenstrual.
A diferencia del dolor cíclico, otras causas pueden ocasionar sintomatología mamaria. Una de ellas suelen ser los traumatismos o enfermedades benignas, como las mencionadas con antelación. Síntomas típicos de dolor de seno atípico (no común) incluyen lo siguiente:
Dolor continuo o intermitente, fijado en un punto, descrito como ardiente, punzante o desgarrador.
Inflamación localizada en un punto de la mama.
Los síntomas no varían con el paso del tiempo o a lo largo de un ciclo.
Afecta, en mayor medida, después de la menopausia.
Suele ser unilateral (duele solo uno de los senos).
En líneas generales, cualquier causa no cíclica es partidaria de ser estudiada y es recomendable la visita con médicos o ginecólogos que lo valoren. Es necesario aumentar la vigilancia en caso de presentar los síntomas comentados a continuación:
Cambio en la forma, color o aspecto de la piel de los senos.
Secreciones o líquido en las mamas.
Alteraciones hormonales.
Bultos o protuberancias nuevos, inusuales o cambiantes en los senos.
Edad mayor de 40 años sin mamografías previas realizadas.
Dolor que no remite y aumenta en intensidad.
Signos de infección (calor, enrojecimiento, pus, etc).
Dolor que interfiere en la realización de la actividad diaria.
En definitiva, el dolor en los senos está asociado con el ciclo menstrual y los cambios hormonales que se producen en este. Muy rara vez alerta un problema grave, pero es necesario estar alertas, sobre todo si el dolor es prolongado y severo.
FUENTE MEJORCONSALUD
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