Desde siempre se ha recomendado lavarlos y usar hilo dental tres veces al día, después de cada comida, ya que los restos de alimentos con el tiempo pueden dan lugar a diversas enfermedades. Existen investigaciones que sugieren que el cepillado de dientes regular y las visitas al dentista podrían reducir la periodontitis en un 34 % y 32 %, respectivamente.
Por diversas razones aún son muchas las personas que no se cepillan los dientes de la forma adecuada o siguiendo las recomendaciones dadas por los dentistas.
Los datos arrojados por una reciente encuesta sobre la salud bucodental de los españoles, realizada por el Consejo de Dentistas, se encontró que un 12 % de los españoles no cepilla sus dientes a diario y un 2,3 % no lo hace nunca.
Pero no ocurre solo en nuestro país. En una reciente investigación de la Asociación Dental Americana se determinó que un 30 % de los estadounidenses no se cepillan ni las veces recomendadas ni el tiempo necesario, y un 23 % pasa dos o más días sin lavarse ni una sola vez.
Para los expertos en el tema es normal y habitual que todos en algún momento olviden lavarse los dientes, ya sea por las prisas u horarios. Lo que aún no logran entender es la razón de por qué algunas personas son capaces de abandonar por mucho tiempo este hábito.
Y es que la salud bucal desempeña un papel fundamental en la vida de toda persona, siendo tan necesaria como la del resto del cuerpo. Los problemas de encías y dientes, así como otras alteraciones en la boca, pueden ser la señal de que algo no va bien.
Numerosos expertos en el tema se han cuestionado lo que podría ocurrir cuando una persona deja de lavarse los dientes durante un día, una semana, un mes e incluso un año.
El odontólogo Mark S. Wolff respondió para ‘Yahoo Health’, y lo que dijo dejará a más de uno asombrado.
Después de 24 horas sin pasarse el cepillo por los dientes, se empieza a acumular una capa fina de placa que sirve como depósito de microorganismos en la parte exterior de los dientes.
En solo un día es probable que aún no se desarrolle daño alguno, pero de no actuar a tiempo esas bacterias continúan reproduciéndose y en 48 horas empiezan a generar estragos y provocar mal olor, la halitosis.
Una semana después
Según Wolff, “la acumulación de placa en los dientes es cada vez más gruesa y empieza a oler”.
Después de varios días se comienza a desarrollar gingivitis, una afección bucal que se caracteriza por la inflamación e irritación de las encías, la cual ocasiona pequeños sangrados.
Pasado un mes
Cuando transcurre un mes completo sin mantener una mínima higiene, las bacterias que habitan dentro de la boca comienzan su proceso de descomposición.
Esto provoca inflamación y enrojecimiento en las encías, además de incrementar el riesgo de padecer una caries casi de inmediato, en especial cuando se consumen alimentos azucarados.
Empiezan a aparecer en los dientes unas manchas blancas que indican descalcificación del esmalte, un signo evidente del deterioro que sufren.
Al cabo de un año
Una persona que pasa un año sin hacerles su respectiva limpieza se enfrenta a una situación bastante grave: su propia saliva se encarga de propiciar caries.
La placa se convierte en un problema secundario pues las encías se inflaman más y adquieren un color rojo oscuro.
Los daños que sufren los dientes y la boca durante este año varían según la genética de cada persona, así como su edad, ya que el organismo tiende a protegerse más en edades jóvenes.
Una persona joven y sana tiene más probabilidades de superar estos problemas en comparación de alguien mayor de 50 años. Además, si el adulto está enfermo, hay un alto riesgo de que su dentadura empiece a aflojarse hasta caerse.
Como has podido comprobar, es importante mantener una buena higiene dental para evitar todos estos problemas, así como visitar al dentista con frecuencia.
FUENTE MEJORCONSALUD
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