*Ronald Arrieta Calvo
En la primera sesión de este nuevo Concejo Municipal, la fracción del PAC votó gran cantidad de dictámenes en forma negativa. Razón: no tuvieron tiempo de estudiarlos. El nivel de dificultad de los dictámenes sometidos a aprobación era muy bajo. Se trataba de tan solo 19 dictámenes no complicados. Y es comprensible no tener tiempo, sobre todo para personas que sí tienen trabajo y terminan labores a las 5 de la tarde. ¿Cómo era cuando llegaban 40 dictámenes mal redactados, con zancadillas y sobre temas de alta complejidad?
Se comprende ahora la razón por la cual solicitamos (la exregidora Irene Campos y mi persona) una medida cautelar contra la Municipalidad de Goicoechea debido a que un grupo de regidores y una regidora (Quesada, Sandoval, Marenco, Garbanzo y Artavia) cambiaron el reglamento para evitar que tuviéramos tiempo de analizar a profundidad los dictámenes durante el fin de semana. Esta jugada alevosa, traicionera y sospechosa reducía el tiempo de preparación de 72 a 7 horas.
Esto adicionado a que no se nos concedía la palabra le permitió a ese grupo realizar una persecución sin cuartel contra el auditor debido a su excelente trabajo en la defensa de los dineros públicos, aprobar dictámenes carentes de toda lógica y al margen de la ley y reglamentos. El mismo cambio al reglamento fue tan mal redactado que es temporalmente imposible cumplirlo. Veamos por qué
Antes del 20 de mayo de 2019 el día y hora límite para entregar dictámenes, mociones y correspondencia que fuesen a ser tratados en la sesión del lunes era el viernes anterior a las 12 medio día. Esto permitía a la secretaria y presidencia, durante la tarde del viernes, seleccionar la correspondencia y elaborar el orden del día. Para esta labor, presidente y secretaria contaban con aproximadamente 7 horas de tiempo.Este material tenía que ser enviado a más tardar a las 19:00 horas. Esto otorgaba a miembros del Concejo Municipal 48 horas no-hábiles (importante para quienes trabajan) o bien 72 horas naturales para analizar dictámenes.
El grupo de regidores al ver que encontrábamos muchos “pelos en la sopa” (¿y como no iban a haberlos si detrás de ellos, había una mano peluda asesorándolos) decidieron cambiar el reglamento con el siguiente absurdo texto:
“El orden del día junto con el PM, mociones y dictámenes, debe ser remitido electrónicamente a las Regidurías Propietarias y Suplentes a más tardar siete horas antes del inicio de la sesión de que se trate; lo concerniente a los documentos que corresponden al PM se solicitará y retirará el día hábil siguiente a la sesión.”
Es decir la documentación de los dictámenes ya no se enviaría a más tardar el viernes a las siete de la noche, sino a las 12 medio día. Y la correspondencia al día siguiente. A pesar que en la misma noche del lunes se toman decisiones sobre asuntos de la correspondencia.
No bastando con esa absurda y alevosa medida, se introduce otra que realmente deja mucho que desear:
“Para que un dictamen de comisión sea conocido por el Concejo Municipal, debe haber sido presentado a la Secretaría Municipal, a más tardar a las siete horas antes del inicio de la sesión del Concejo; la Secretaría Municipal lo remitirá electrónicamente a las Regidurías Propietarias y Suplentes antes del inicio de la sesión”.
Es decir, en la secretaría había que entregar los dictámenes “a más tardar a las 7 horas antes del inicio de la sesión del Concejo”. ¿Como interpretar ese texto? Si se quería decir que a las 7 horas, la Municipalidad aún no había abierto al público. Y si se quería decir 7 horas antes, para las secretarias y el presidente se volvía imposible incorporar dictámenes en el orden del día que entraran minutos antes de las 12 medio día, aunque fuese dentro del tiempo reglamentado. ¿Así o más absurdo?
El acta tampoco fue votada por el PAC. Y con toda razón. Antes de la reforma se enviaba el viernes, actualmente lunes por la mañana. Un documento de carácter legal, comprometedor y muchas veces reproduciendo simples palabras sin concatenación lógica construidas por algunos regidores con expresión oral incomprensible e hilarante.
Urge derogar esa reforma del 20 de mayo de 2019 en la sesión 20 artículo 8°.
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En la primera sesión de este nuevo Concejo Municipal, la fracción del PAC votó gran cantidad de dictámenes en forma negativa. Razón: no tuvieron tiempo de estudiarlos. El nivel de dificultad de los dictámenes sometidos a aprobación era muy bajo. Se trataba de tan solo 19 dictámenes no complicados. Y es comprensible no tener tiempo, sobre todo para personas que sí tienen trabajo y terminan labores a las 5 de la tarde. ¿Cómo era cuando llegaban 40 dictámenes mal redactados, con zancadillas y sobre temas de alta complejidad?
Se comprende ahora la razón por la cual solicitamos (la exregidora Irene Campos y mi persona) una medida cautelar contra la Municipalidad de Goicoechea debido a que un grupo de regidores y una regidora (Quesada, Sandoval, Marenco, Garbanzo y Artavia) cambiaron el reglamento para evitar que tuviéramos tiempo de analizar a profundidad los dictámenes durante el fin de semana. Esta jugada alevosa, traicionera y sospechosa reducía el tiempo de preparación de 72 a 7 horas.
Esto adicionado a que no se nos concedía la palabra le permitió a ese grupo realizar una persecución sin cuartel contra el auditor debido a su excelente trabajo en la defensa de los dineros públicos, aprobar dictámenes carentes de toda lógica y al margen de la ley y reglamentos. El mismo cambio al reglamento fue tan mal redactado que es temporalmente imposible cumplirlo. Veamos por qué
Antes del 20 de mayo de 2019 el día y hora límite para entregar dictámenes, mociones y correspondencia que fuesen a ser tratados en la sesión del lunes era el viernes anterior a las 12 medio día. Esto permitía a la secretaria y presidencia, durante la tarde del viernes, seleccionar la correspondencia y elaborar el orden del día. Para esta labor, presidente y secretaria contaban con aproximadamente 7 horas de tiempo.Este material tenía que ser enviado a más tardar a las 19:00 horas. Esto otorgaba a miembros del Concejo Municipal 48 horas no-hábiles (importante para quienes trabajan) o bien 72 horas naturales para analizar dictámenes.
El grupo de regidores al ver que encontrábamos muchos “pelos en la sopa” (¿y como no iban a haberlos si detrás de ellos, había una mano peluda asesorándolos) decidieron cambiar el reglamento con el siguiente absurdo texto:
“El orden del día junto con el PM, mociones y dictámenes, debe ser remitido electrónicamente a las Regidurías Propietarias y Suplentes a más tardar siete horas antes del inicio de la sesión de que se trate; lo concerniente a los documentos que corresponden al PM se solicitará y retirará el día hábil siguiente a la sesión.”
Es decir la documentación de los dictámenes ya no se enviaría a más tardar el viernes a las siete de la noche, sino a las 12 medio día. Y la correspondencia al día siguiente. A pesar que en la misma noche del lunes se toman decisiones sobre asuntos de la correspondencia.
No bastando con esa absurda y alevosa medida, se introduce otra que realmente deja mucho que desear:
“Para que un dictamen de comisión sea conocido por el Concejo Municipal, debe haber sido presentado a la Secretaría Municipal, a más tardar a las siete horas antes del inicio de la sesión del Concejo; la Secretaría Municipal lo remitirá electrónicamente a las Regidurías Propietarias y Suplentes antes del inicio de la sesión”.
Es decir, en la secretaría había que entregar los dictámenes “a más tardar a las 7 horas antes del inicio de la sesión del Concejo”. ¿Como interpretar ese texto? Si se quería decir que a las 7 horas, la Municipalidad aún no había abierto al público. Y si se quería decir 7 horas antes, para las secretarias y el presidente se volvía imposible incorporar dictámenes en el orden del día que entraran minutos antes de las 12 medio día, aunque fuese dentro del tiempo reglamentado. ¿Así o más absurdo?
El acta tampoco fue votada por el PAC. Y con toda razón. Antes de la reforma se enviaba el viernes, actualmente lunes por la mañana. Un documento de carácter legal, comprometedor y muchas veces reproduciendo simples palabras sin concatenación lógica construidas por algunos regidores con expresión oral incomprensible e hilarante.
Urge derogar esa reforma del 20 de mayo de 2019 en la sesión 20 artículo 8°.
*Ex-regidor
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