Diseño digital y virtual de Volkswagen para sus nuevos coches eléctricos de la familia ID.
Volkswagen está empleando las nuevas tecnologías relacionadas con el diseño por ordenador y la realidad virtual para crear sus nuevos coches eléctricos de la familia ID. Los ingenieros ya no se sientan detrás de una pantalla para diseñar un coche que luego se modeliza en arcilla. Ahora, tras ese proceso, pueden renderizarlo en tres dimensiones e interactuar con él para diseñar desde las piezas más grandes a las más elementales, comprobando que verdaderamente se ajustan a la realidad.
El diseño asistido por ordenador ha sido una herramienta imprescindible durante las últimas décadas para los ingenieros en su tarea de diseñar nuevos modelos. Sin embargo, y a pesar de esta tecnología, la verdadera transformación digital en el diseño de los coches ha llegado con la electrificación del automóvil. La inmediata entrada en vigor de nuevas normativas de emisiones ha acelerado la necesidad de reducir los costes de desarrollo de los nuevos modelos. Además, el cambio radical que suponen las nuevas arquitecturas eléctricas en la distribución de los componentes, con muchas más posibilidades, ha obligado más si cabe a la transformación digital del diseño.
En este campo, Volkswagen es uno de los fabricantes que más rápido se ha apuntado a esta revolución. La familia ID que Volkswagen ha ido presentando durante los últimos años muestra algunos de esos diseños convertidos en realidad. La verdadera magia de esta tecnología no es que acorte el tiempo que se necesita para todo el proceso de diseño, sino en la reducción de costes de desarrollo que permite.
Algunos de los componentes de la familia ID de Volkswagen.
En una rueda de prensa on line ofrecida por el jefe de diseño del Grupo Volkswagen, Klaus Bischoff, el dirigente afirmó que tanto el nuevo Golf de octava generación, como la gama completa de vehículos eléctricos que forman la familia ID son los primeros modelos que han nacido de un diseño completamente digitalizado. Como jefe de diseño de todo el Grupo Volkswagen, Bischoff se asegura de que cada automóvil incorpore el lenguaje de diseño del grupo, mientras que la identidad de cada marca se desarrolla “hacia un futuro eléctrico”.
El diseño digital aumenta el número de contribuciones e influencias creativas. Bischoff cuenta en su equipo con profesionales de más de 30 nacionalidades entre todos los estudios de diseño de la compañía. Bischoff describió los pasos que se realizan para pasar de los bocetos en 2D más básicos a una primera imagen 3D creada por “alambres virtuales” y modelado “en la nube” a través de un hardware de realidad aumentada. Esto quiere decir que sus diseñadores no se sientan delante de un ordenador a proyectar el coche, sino que pueden ver su trabajo hecho realidad delante de ellos e interactuar con él.
Tras el modelado básico, se pasa al detalle, tanto en el diseño de los componentes más grandes del interior como a su ensamblaje y unión, para lo que son necesarias piezas mucho más pequeñas. El software de visualización ofrece la posibilidad de modificar los materiales de los recubrimientos y también es capaz simular el aspecto que ofrece bajo diferentes situaciones de luz, proyectando las sombras. Los diseñadores pueden rotar el vehículo renderizado, cambiando el ángulo de visión. Incluso el diseño de la interfaz que comunica el usuario con el coche también se realiza de forma digital. El sonido interior de los coches eléctricos de Volkswagen también es único. Ha sido creado por el compositor húngaro Leslie Mandoki, y es coherente con el resto del diseño.
Renderizado 3D interactivo de Volkswagen.
Sin embargo, este proceso tan tecnológico también tiene algunas limitaciones. Según Bischoff, “cualquier renderizado 3D inmersivo que intente mostrar un vehículo funcionando en un entorno real sigue precisando un uso intensivo de recursos”, por lo que, en algunos momentos del desarrollo, los equipos precisan modelos de arcilla tradicionales, aunque con mucha menos frecuencia que antes.
La plataforma MEB, en la que ha invertido casi 5,5 millones de euros, permite al Grupo Volkswagen fabricar todo tipo de modelos a partir de ella. En todos ellos utilizará los mismos componentes lo que proporciona una amplia economía de escala, crucial, según la compañía, para hacer rentables los vehículos eléctricos. En este caso las herramientas virtuales jugaron un papel fundamental en el proceso de I+D. “Propusimos muchos estilos de carrocería y pudimos presentárselas a los ingenieros casi de forma real”.
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