A medida que sectores de la economía global se acercan paso a paso a la reapertura, se hace cada vez más claro que una recuperación completa de la peor depresión desde la década de 1930 será imposible hasta que se encuentre una vacuna o tratamiento para el COVID-19.
Los consumidores se mantendrán al límite y las empresas se retrasarán a medida que se establezcan controles de temperatura y reglas de distanciamiento en lugares de trabajo, restaurantes, escuelas, aeropuertos, estadios y más lugares.
China, la primera gran economía consumida por el virus SARS-CoV-2 y la primera en emerger del 'otro lado' de la pandemia, ha sido capaz de revivir la producción, pero no la demanda. Entonces, ¿cuál es la lección para otras economías? Que este será un camino de reinicio hacia la 'nueva normalidad'.
También existe el riesgo de nuevos brotes. Unos 108 millones de personas en la región noreste de China han sido sometidas a diferentes grados de cuarentenas en medio de un nuevo número de infecciones. Los médicos también están viendo que el nuevo coronavirus se manifiesta de manera diferente, lo que sugiere que puede estar cambiando de maneras desconocidas.
En Corea del Sur, donde el virus se controló sin una cuarentena estricta, el gasto de los consumidores sigue siendo débil a medida que las infecciones continúan apareciendo.
La estrategia muy criticada de Suecia dejó abierta gran parte de la economía. Aún así, el país se dirige a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Eso significa que los formuladores de políticas globales, que ya han anunciado billones de dólares de apoyo fiscal y monetario, necesitarán mantener los estímulos para evitar aún más cierres de compañías y pérdidas de empleos. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que una recuperación completa tendrá que esperar hasta que los científicos entreguen más avances, una advertencia hecha eco por su homólogo australiano.
"Si no obtenemos avances en el frente médico, entonces creo que será una recuperación bastante lenta", remarcó el jefe del banco central de Australia, Philip Lowe, esta semana. "Descansamos mucho sobre los hombros de los científicos".
La profesora de la Universidad de Harvard, Carmen Reinhart, quien es la economista jefe entrante del Banco Mundial, tuvo un mensaje similar. "No vamos a tener algo similar a la normalización completa a menos que tengamos una vacuna y, esto es un gran si, esa vacuna sea accesible para la población mundial en general".
Con las infecciones superando los 5 millones a nivel mundial y un número de muertes arriba de las 330 mil, hay un 'ambiente de desesperación' por buenas noticias sobre una vacuna o un antiviral efectivo.
Las acciones en Moderna, con sede en Cambridge, Massachusetts, alcanzaron un récord el lunes debido a datos iniciales de un pequeño ensayo de la vacuna contra el coronavirus. Parte de esas ganancias se fueron en los últimos días, después de que los inversionistas tomaron en cuenta que estos son apenas los primeros datos sobre la investigación.
Una encuesta de administradores de dinero realizada por Bank of America encontró que el mayor riesgo es una segunda ola de contagios del COVID-19, lo que significa que las restricciones tendrán que ser impuestas nuevamente. Solo 10% de los encuestados espera un rápido repunte.
La carrera por una cura también tiene una ventaja geopolítica. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido un esfuerzo al estilo del Proyecto Manhattan denominado 'Operation Warp Speed' para desarrollar una cura, mientras que el presidente de China, Xi Jinping, se ha comprometido a ofrecer una vacuna universal una vez que haya sido desarrollada.
La fusión de cuándo se podrán encontrar medicamentos exitosos y cuándo las economías podrán volver a la normalidad está dominando el sentimiento en los mercados financieros.
Los expertos en salud advierten que el proceso para desarrollar una cura llevará tiempo, posiblemente años, e incluso entonces necesitará una distribución en una escala sin precedentes, según Anita Zaidi, Directora de Desarrollo de Vacunas y Vigilancia de la Fundación Bill y Melinda Gates.
"Soy optimista de que podamos desarrollar una vacuna para fines de 2020", dijo durante una discusión organizada por Bloomberg New Economy. "No tengo muchas esperanzas de que podamos implementar una vacuna para uso masivo para fines de 2020 debido a la escala sin precedentes necesaria para inmunizar al mundo entero".
Los economistas de Deutsche Bank están trabajando sobre la base de que una vacuna o una cura no estará ampliamente disponible para el próximo año y medio.
Mientras tanto, los engranajes del comercio mundial están en el limbo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la recesión del 'Gran Encierro' será la más fuerte en casi un siglo. La Organización Internacional del Trabajo advirtió en abril que más de mil millones de trabajadores corren un alto riesgo de un recorte salarial o perder su trabajo. Según la Organización Mundial del Comercio, es probable que el volumen del comercio mundial de mercancías disminuya "precipitadamente" en el primer semestre de 2020.
Críticamente, la confianza del consumidor se derrumba. Un ejemplo: las ventas minoristas en Reino Unido cayeron casi un quinto en abril.
Bloomberg Economics estima que las cuarentenas provocaron una caída en la actividad de alrededor de 30 por ciento y su investigación encontró que los primeros pasos para relajar los controles tendrán un impacto más positivo en la actividad que los posteriores.
Los jefes de los bancos centrales, que han tenido que recurrir a considerar escenarios en lugar de pronósticos duros, se mantienen en 'modo crisis'.
Powell, de la Reserva Federal de EU, se ha comprometido a seguir usando las herramientas de la Fed. El Banco de Japón, en una reunión de emergencia el viernes, lanzó un nuevo programa de préstamos por un valor de 30 billones de yenes (279 mil millones de dólares) para apoyar a las pequeñas empresas, ya que un indicador clave de inflación cayó por debajo de cero en abril por primera vez en más de tres años. El Banco Central de la India redujo las tasas de interés en un anuncio no programado el viernes a su nivel más bajo desde 2000.
Mientras el mundo espera una vacuna, los empleados en áreas como el turismo tendrán que recapacitarse y trasladarse a donde exista la demanda, un proceso que llevará tiempo, enfatizó Shaun Roache, economista jefe de Asia y el Pacífico en S&P Global Ratings.
"Sin una solución médica, ya sea una vacuna o una terapia efectiva, el cambio de comportamiento persistente conduciría a grandes cambios estructurales en la economía", consideró.
Por Bloomberg
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