El equipo científico de la compañía, radicado en Australia, ha desarrollado una batería de litio-azufre que promete alcanzar una vida útil de dos millones de kilómetros y ser capaz no solo de borrar de un plumazo la ansiedad por la autonomía, sino proveer de batería a un móvil durante una semana con una carga de 10 minutos. Y ya está en pruebas.
Una densidad de energía superior a 1.000 Wh/kg
Impulsada por el creciente mercado mundial de vehículos eléctricos, la industria de baterías ha explorado una gama de combinaciones químicas: fosfato de litio y hierro, óxido de litio y cobalto y, actualmente, níquel, manganeso y cobalto.
Sin embargo, los sistemas de baterías actuales aún sufren las principales desventajas de una densidad de energía relativamente baja, altos costos en la materia prima y contaminación secundaria durante el reciclaje.
Tras ocho años de investigación, este equipo científico dice haber desarrollado con éxito unas baterías de litio-azufre con una densidad de energía de cinco a ocho veces mayor que las convencionales. Según los resultados de las pruebas, esta tecnología mantendría el 91 % de su capacidad inicial después de 1.700 ciclos, cargándose y descargándose completamente en 30 minutos.
Incluso a una velocidad mayor, con un tiempo de carga/descarga de 12,5 minutos, la batería de Brighsun promete retener el 74 % de su capacidad inicial después de 1.000 ciclos.
Según explica, el equipo está a punto de comenzar la producción de prueba de celdas de alta potencia, con una densidad de energía esperada superior a 1.000 Wh/kg (Watios-hora por kilogramo). Cuanto mayor sea la densidad de la batería, menor peso y tamaño podrá tener la batería sin mermar su capacidad.
Para hacernos una idea, Nikola Motors asegura haber desarrollado una batería con una densidad de 500 Wh/kg para su camión de hidrógeno, y ya es mucho si tenemos en cuenta que la batería de un Tesla Model 3, considerada actualmente una de las mejores del mercado, tiene una densidad de 247 Wh/kg.
Otro de los principales obstáculos que enfrentan las baterías de iones de litio radica en la formación de dendritas, que provocan los ánodos de metal de litio.
Según Brighsun New Energy, ha patentado una tecnología que evita la generación de polisulfuro en el cátodo de azufre y suprime el crecimiento dendrítico en el ánodo, allanando el camino para el uso de la batería de litio-azufre en vehículos eléctricos.
Estas baterías de litio-azufre también tienen el potencial de convertirse en el sistema de almacenamiento de energía más prometedor para futuros ferrocarriles, barcos y aerolíneas. La compañía está desarrollando además su propio electrolito de estado sólido, compatible con su sistema de litio-azufre, con el objetivo de mejorar aún más la vida útil, la densidad de energía y la seguridad de sus baterías.
Se espera que el proceso de desarrollo para la producción a gran escala finalice a finales de 2020, seguido de la producción en masa.
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