Hay un principio básico de vida que funciona en todos los ámbitos; el respeto a los demás. Sin respeto se pierde la cordura y se puede llegar a violentar la dignidad de las demás personas. El respeto no se exige, se gana. Respeto fue precisamente lo que solicitaban las periodistas Stephanie González y la ministra de Comunicación Nancy Marín, ante la altanería y prepotencia de los periodistas Tomás Gómez de “El Observador” y Carlos Mora de CRHoy, quienes, en su afán de buscar información, perdieron la cordura y terminaron exponiendo su insolencia, chabacanería y todo lo contrario de lo que se debe hacer en el buen ejercicio del periodismo.
En el fondo el reclamo de espacio para preguntas que hicieron los demás periodistas es comprensible ante la montaña de dudas alrededor del fallido decreto de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), pero la forma en cómo platearon las preguntas los periodistas Gómez y Mora, es una falta de respeto a la institucionalidad y a los demás periodistas.
Bien expresó el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski que “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas” y al ver la actuación de estos periodistas me atrevo también a decir que el periodismo no es una profesión para gente ruin, no es para exhibir irrespeto. Bien harían con pedir disculpas si es que pretenden continuar informando a la ciudadanía.
El dedo acusador y amenazante de Tomás Gómez y Carlos Mora contra las dos mujeres sobresalen entre los demás periodistas presentes en el auditorio de Casa Presidencial. Son gestos de prepotencia y de agresividad extrema innecesaria contra dos mujeres, dos funcionarias públicas, dos colegas periodistas que también estaban trabajando. Por mucha urgencia que tengamos los periodistas de recabar información, ninguna persona merece ser acosada de esa manera.
Al interpelar a la ministra Nancy Marín y a la periodista Stephanie González de esa forma, bien me recordó el argumento de que los periodistas en el mundo político actúan más incisivos cuando es una mujer la que ejerce el cargo. ¿Por qué será? La violencia política estructural hacia las mujeres es un mal generalizado que debe erradicarse, es por eso que el comportamiento de estos dos periodistas es inaceptable.
El respeto a la fuente es una de las reglas elementales que debe practicar todo periodista en la cobertura diaria, sea que se esté entrevistando a una persona implicada en un delito o a una persona inocente. Las fuentes son auxiliares del periodista en su tarea de buscar la verdad en beneficio de la ciudadanía.
La fuente política es un interlocutor que está en la obligación de brindar información a los periodistas que buscan la verdad de los hechos, pero una cosa es la actitud crítica hacia las declaraciones de la fuente política y otra es la chabacanería y la falta de respeto con que se actuó en Casa Presidencial.
La relación entre prensa y poder debe darse en el marco del respeto y la cordialidad, estableciendo la distancia necesaria para garantizar la transparencia de la información que tanto demanda la ciudadanía. Al solicitarle el periodista Mora la renuncia a la ministra Marín, asumió la actitud de juez, de investigador judicial. El periodista nunca puede ni debe asumir esas funciones, de ser así, estaría frente a actitudes de hostigamiento y acoso, propias del periodismo circense.
Creemos profundamente en la libertad de expresión, en el derecho a recibir la información en beneficio de la ciudadanía, es esa la responsabilidad de los medios de comunicación y periodistas como vigilantes y garantes del trabajo del Gobierno y sus funcionarios, pero ante la urgencia de respuestas y la búsqueda de información, nunca se debe violentar a los demás.
Es de entender que, ante las dudas de los costarricenses, los medios de comunicación demandemos con la debida celeridad las respuestas, pero eso no implica brincarse los protocolos establecidos.
Situaciones como las ocurridas en Casa Presidencial no aportan en nada a la discusión de los temas que deben ocupar a la ciudadanía, por lo contrario, empañan la búsqueda de la verdad para las soluciones a los problemas que enfrentamos como país y sobre todo, perjudican la digna labor que ejercen otros periodistas.
Los medios de comunicación y periodistas que hemos dado cobertura a los temas de Casa Presidencial sabemos que, por cuestiones de tiempo, en anuncios de prensa como el brindado el pasado miércoles se establece un protocolo limitado de atención a la prensa, no así en conferencias de prensa mucho más abiertas. Quienes conocemos esa dinámica, también entendemos la situación presentada ante la falta de espacio para preguntas. Sin embargo, los funcionarios, la Ministra de Comunicación y Casa Presidencial están en la obligación de comunicar con antelación y de forma clara el protocolo de atención a la prensa para evitar se vuelva a dar situaciones bochornosas como la sucedida.
Esperamos que la situación sea solo un suceso aislado y no tengamos que presenciar otra escena como esta, que al final termina siendo un irrespeto a los costarricenses.
*Periodista
En el fondo el reclamo de espacio para preguntas que hicieron los demás periodistas es comprensible ante la montaña de dudas alrededor del fallido decreto de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), pero la forma en cómo platearon las preguntas los periodistas Gómez y Mora, es una falta de respeto a la institucionalidad y a los demás periodistas.
Bien expresó el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski que “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas” y al ver la actuación de estos periodistas me atrevo también a decir que el periodismo no es una profesión para gente ruin, no es para exhibir irrespeto. Bien harían con pedir disculpas si es que pretenden continuar informando a la ciudadanía.
El dedo acusador y amenazante de Tomás Gómez y Carlos Mora contra las dos mujeres sobresalen entre los demás periodistas presentes en el auditorio de Casa Presidencial. Son gestos de prepotencia y de agresividad extrema innecesaria contra dos mujeres, dos funcionarias públicas, dos colegas periodistas que también estaban trabajando. Por mucha urgencia que tengamos los periodistas de recabar información, ninguna persona merece ser acosada de esa manera.
Al interpelar a la ministra Nancy Marín y a la periodista Stephanie González de esa forma, bien me recordó el argumento de que los periodistas en el mundo político actúan más incisivos cuando es una mujer la que ejerce el cargo. ¿Por qué será? La violencia política estructural hacia las mujeres es un mal generalizado que debe erradicarse, es por eso que el comportamiento de estos dos periodistas es inaceptable.
El respeto a la fuente es una de las reglas elementales que debe practicar todo periodista en la cobertura diaria, sea que se esté entrevistando a una persona implicada en un delito o a una persona inocente. Las fuentes son auxiliares del periodista en su tarea de buscar la verdad en beneficio de la ciudadanía.
La fuente política es un interlocutor que está en la obligación de brindar información a los periodistas que buscan la verdad de los hechos, pero una cosa es la actitud crítica hacia las declaraciones de la fuente política y otra es la chabacanería y la falta de respeto con que se actuó en Casa Presidencial.
La relación entre prensa y poder debe darse en el marco del respeto y la cordialidad, estableciendo la distancia necesaria para garantizar la transparencia de la información que tanto demanda la ciudadanía. Al solicitarle el periodista Mora la renuncia a la ministra Marín, asumió la actitud de juez, de investigador judicial. El periodista nunca puede ni debe asumir esas funciones, de ser así, estaría frente a actitudes de hostigamiento y acoso, propias del periodismo circense.
Creemos profundamente en la libertad de expresión, en el derecho a recibir la información en beneficio de la ciudadanía, es esa la responsabilidad de los medios de comunicación y periodistas como vigilantes y garantes del trabajo del Gobierno y sus funcionarios, pero ante la urgencia de respuestas y la búsqueda de información, nunca se debe violentar a los demás.
Es de entender que, ante las dudas de los costarricenses, los medios de comunicación demandemos con la debida celeridad las respuestas, pero eso no implica brincarse los protocolos establecidos.
Situaciones como las ocurridas en Casa Presidencial no aportan en nada a la discusión de los temas que deben ocupar a la ciudadanía, por lo contrario, empañan la búsqueda de la verdad para las soluciones a los problemas que enfrentamos como país y sobre todo, perjudican la digna labor que ejercen otros periodistas.
Los medios de comunicación y periodistas que hemos dado cobertura a los temas de Casa Presidencial sabemos que, por cuestiones de tiempo, en anuncios de prensa como el brindado el pasado miércoles se establece un protocolo limitado de atención a la prensa, no así en conferencias de prensa mucho más abiertas. Quienes conocemos esa dinámica, también entendemos la situación presentada ante la falta de espacio para preguntas. Sin embargo, los funcionarios, la Ministra de Comunicación y Casa Presidencial están en la obligación de comunicar con antelación y de forma clara el protocolo de atención a la prensa para evitar se vuelva a dar situaciones bochornosas como la sucedida.
Esperamos que la situación sea solo un suceso aislado y no tengamos que presenciar otra escena como esta, que al final termina siendo un irrespeto a los costarricenses.
*Periodista
-
Los comentarios expresados en las secciones de opinión, reclamos del pueblo, campos pagados, negociemos y en la opinión de los lectores y comentarios de terceros al final de las notas o en las páginas de redes sociales, son responsabilidad exclusiva de sus autores. La Voz de Goicoechea (www.lavozdegoicoechea.info) no toma como suya dichas opiniones y no se responsabiliza por su contenido
0 Comentarios
Queremos ver tus comentarios, estos nos enriquecen y ayudan a mejorar nuestras publicaciones :
_______________________________________________