Lic. IsaĂ Jara Arias, Periodista |
Precisamente en este tema tratamos de reflejar el origen de donde se inicia los errores de una mala administraciĂłn y la razĂłn del por quĂ© no pueden evitarse el desgobierno y los escándalos polĂticos que agudizan más la pobreza moral, razones por la que estamos llegando a la “extrema pobreza moral”.
Por eso, nuestro planteamiento inicial y fundamental es: "elegir al candidato por su vida moral y no por sus promesas". "A más moral de las autoridades, mejor gobernabilidad".
El sistema de elecciĂłn democrática que tradicionalmente se viene realizando en nuestro paĂs, tiene varios errores que debe ser materia de análisis porque esta forma de elegir no ha dado buenos resultados y ha causado descontento en el pueblo por una mala gestiĂłn de un alcalde(sa). En ese sentido, vamos a detallar estos errores con ánimos de evaluarlos, corregirlos, sobre todo para que se hagan conocidos por los mismos candidatos al gobierno local.
En principio, estos errores se evidencian desde que los partidos y movimientos polĂticos (aspirantes al poder), inician sus campañas polĂticas con un gran entusiasmo, pero que no miden la efervescencia del momento porque cometen exageraciones en sus promesas premeditadamente que en el fondo crea esperanzas en la sociedad. El error está en prometer algo que no se ajusta a la realidad del cantĂłn, y cuando asumen el poder quedan como mentirosos, engañadores y como es natural, ahora el pueblo lo exagera tratándolos de lo que son, corruptos.
Esta crisis ocasiona dos problemas sociales muy graves. Primero, trae descontento e insatisfacciĂłn a la sociedad que tuvo esperanzas en su partido y candidatos. Segundo, trae la incredulidad y frustraciĂłn que ciega casi en su totalidad a la poblaciĂłn y pierde toda credibilidad con su gobierno local, esto hace mucho daño a la democracia. AquĂ el problema ya es polĂtico, porque el gobierno local va perdiendo legitimidad en su mandato por cuanto el pueblo ha dejado de respaldar a sus partidos y autoridades electas.
Si hacemos un análisis más exhaustivo, nos daremos cuenta que un pequeño error, enciende casi todo el cantĂłn en problemas, que se convierte en un obstáculo para el desarrollo social, econĂłmico y polĂtico. En ese sentido, es muy importante buscar solucionar este problema que básicamente está en la conducta moral de las autoridades electas. Por eso debemos elegir al candidato por su vida moral y no por sus promesas.
En realidad, todo está en la vida moral del polĂtico, es decir, que los candidatos al poder debe ser un polĂtico con principios y valores, para que tenga conciencia de la condiciĂłn pobre de la poblaciĂłn y sea veraz en sus discursos. De esta manera no habrá espacios para la vanagloria ni para las falsas promesas que obedecen a la mentira premeditada como recurso para engañar a sus electores.
En todo caso, los candidatos deben centrar sus discursos en la verdad y nada más que la verdad y sobre esta base, realizar sus campañas tratando de ajustar sus argumentos en los valores de vida, que son: La verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonĂa y la vida. Solo de esta manera no se engañará al pueblo y se evitaran las promesas con exageraciĂłn. Por eso, debemos: "Elegir a nuestros candidatos por su vida moral y no por sus promesas".
Otro error en las elecciones tradicionales, tiene que ver con las elecciones internas que realizan los partidos polĂticos para elegir a sus representantes donde deben participar las bases democráticamente.
Mayoritariamente dentro de los partidos polĂticos no escogen a sus representantes - para regidores, sĂndicos, alcaldĂas, diputados y presidente- en elecciones limpias y democráticamente hechas, sino que estos puestos son ocupados segĂşn los cupos de quien da más. Es decir, que no se escogen a los más capacitados que sobresalen en aptitudes especiales, sino que se escoge al que paga más segĂşn el cupo establecido. Esto no es algo privado, todo el mundo lo sabe, lo que pasa es que no nos hemos percatado que este error trae consecuencias horribles a nuestros cantones, porque invertimos el orden natural que guarda el orden. Esto significa, que el orden natural exige que un Gobierno Local deba estar dirigido por hombres inteligentes y sabios, con el fin de tener una perfecta administraciĂłn en los asuntos del cantĂłn. Pero si se ponen candidatos incapaces, entonces habrá un desorden en la administraciĂłn local. Por esta razĂłn, debemos elegir a nuestras futuras autoridades municipales por su moral y no por sus promesas.
Para evitar estos errores es sumamente fácil, pero al mismo tiempo es muy difĂcil. Es difĂcil, porque al principio los candidatos a puestos de elecciĂłn popular no quieren reconocer que la “moral” es para toda persona y no sĂłlo para personas honestas. Sin embargo, es demasiado fácil cuando el hombre inteligentemente reconoce que si moraliza su vida entonces podrá contribuir de la mejor manera en el orden social.
Cómo podemos alcanzar tener una conducta moral?: En principio, quienes desean aspirar a un cargo de elección popular, deben saber que existe un principio que regula el orden del comportamiento humano, que dice: "A mayor responsabilidad, mayor es el sacrificio". Principio elemental que nos enseña, que quienes quieren asumir un cargo, tiene que tomar conciencia que su entrega al trabajo será con mayor sacrificio. Es decir, que tendrá que despojarse de toda actividad vana, costumbres, pasiones, sentimentalismo y toda cosa que no se ajuste a la moral que pueda perjudicar su labor. Además, al despojarse de toda actividad ajena al trabajo, podrá tener más tiempo para dedicarse exclusivamente a hacer una buena labor. Cuando una persona tiene una buena vida moral, nunca pierde de vista lo que dice un sabio consejo: "QUE HA SIDO ELEGIDO PARA SERVIR AL PUEBLO Y NO SERVIRSE DEL PUEBLO".
Otro error garrafal que cometen los aspirantes a un puesto de elecciĂłn popular es: carecer de humildad que, en sentido contrario, es tener una personalidad soberbia, con actitudes arrogantes y llenos de orgullo.
Este error, prácticamente es la que predice un fracaso seguro en su labor, porque mostrar posturas soberbias antes de ser algo, significa que después de ser elegido se creerá un dios, que puede hacer lo que le da la gana. Este es el derrumbe total de todo gobierno sea local o nacional, porque el aparentar ser un dios, siendo un desorientado por falta de moral, un corrupto, no merece ser respaldado por el pueblo de Dios. Por eso es, que insistimos que se debe votar por la moral del candidato y no por promesas falsas ni apariencias engañosas.
Ya es tiempo que los partidos tengan elecciones más justas. Cuando hablamos de elecciones más justas, nos referimos que todas las actividades que realizan las agrupaciones que aspiran al poder, deben estar fundamentadas en la moral. Solo de esta manera se podrá tener un buen inicio para tener un buen gobierno.
Ya es tiempo que los partidos tengan elecciones más justas. Cuando hablamos de elecciones más justas, nos referimos que todas las actividades que realizan las agrupaciones que aspiran al poder, deben estar fundamentadas en la moral. Solo de esta manera se podrá tener un buen inicio para tener un buen gobierno.
En ese sentido, los votos deben estar basados en la moral, es decir, la población debe elegir a sus candidatos, según la calidad de vida moral que lleva, sobre todo, de quienes lo acompañan al gobierno local. Esto último es muy importante, porque de esta manera uno puede saber qué clase de personas están eligiendo. Aquà cabe el dicho: "Dime con quien andas y te diré quién eres".
Sin embargo, creemos que para realizar unas elecciones más justas se debe tomar en cuenta la ideologĂa de los partidos que aspiran a ser gobierno. Es decir, que por lo menos debemos tener una nociĂłn de la intenciĂłn que busca dicha ideologĂa. Si está ceñido a la verdad y si tiene base moral como para consagrarse como una buena opciĂłn para potenciar el cantĂłn. En este caso, se puede verificar en sus planes de gobierno la intenciĂłn que tienen para mejorar la sociedad, cultural y econĂłmicamente. Por esta razĂłn, planteamos que en los planes de gobierno se deben considerar básicamente los siguientes puntos:
Primero: En todo plan de gobierno se debe dar mucho Ă©nfasis al control y fiscalizaciĂłn de los recursos del ciudadano. Empoderar, fortalecer y colaborar con la auditorĂa interna municipal y aceptar sus resoluciones emitidas es fundamental.
Segundo: Dentro de un Plan de Gobierno, se debe proponer que las promesas no cumplidas, deben ser materia de renuncia a su cargo para el que fue electo y tercero, se debe proponer que todos los cargos pĂşblicos deben ser renunciables, que nadie es indispensable en un cargo.
Además, para que las elecciones sean justas, en sus campañas se debe exigir que cada promesa que hagan los candidatos lo realicen bajo juramento y en presencia del pueblo.
Esta actitud reflejarĂa mayor madurez de acciĂłn cĂvica y más confianza en la calidad de vida de cada candidato. De esta manera se evitarán suspicacias y vivezas de aquellos que actĂşan irresponsablemente.
Reconocemos que esto es solo parte de unas elecciones justas, puede haber más y mejores ideas, pero la parte estructural moral, son estas sugerencias que ayudarĂan bastante a evitar fracasos en el futuro, como lo tenemos hoy. Por eso debemos elegir por la moral del candidato y no por sus promesas.
Si verdaderamente queremos tener un cantĂłn unido con un gobierno local sĂłlido, fortalecido y respaldado por su pueblo no tenemos otra alternativa que moralizar las bases de la polĂtica que especĂficamente lo compone el hombre. AquĂ debemos, saber que el problema no está en el sistema de la democracia, ni en sus ideologĂas como algunos suelen mencionar, sino que el problema está en la vida moral de las personas que pretenden gobernarnos en el gobierno local.
El principio de autoridad se da desde la cabeza misma de la alcaldĂa, que es guĂa de toda la jerarquĂa menor, es decir, si la alcaldĂa no se conduce por un orden moral, entonces no tendrá el poder moral para hacer imperar que sus decisiones y promesas sean cumplidas en su gestiĂłn.
Por esta razĂłn, nuestro primer planteamiento, es que el pueblo debe elegir a su candidato por su calidad de vida moral, y no por sus promesas.
Esto es fundamental para tener un buen inicio en los prĂłximos gobiernos que han de conducir los destinos de nuestros cantones. En este caso la herramienta adecuada para combatir toda clase de corrupciĂłn son los valores de vida que son: la verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonĂa, la vida. Por eso debemos tomar en cuenta: "a más valores más moral, a más valores mejor democracia, a más valores mejor gobernabilidad".
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2 Comentarios
Por su vida moral, trayectoria, educaciĂłn, experiencia, conocimiento polĂtico capacidad para interactuar con las personas, etc.
ResponderBorrarExcelente punto de vista, lamentablemente muchos de nuestros trabajos pasan desapercibidos ,por lo que muchas veces no se nos da la categorĂa que merecemos.
ResponderBorrarYo por ejemplo he venido trabajando desde que fui Presidente del Colegio donde estudié, logre yo solo que se hiciera una plaza de deportes con cancha para fútbol. Y hoy dia,estoy seguro de que ni una sola persona se acuerda o sabe de esto.
Muchas veces trabajamos pero sin ningĂşn tipo de distinciĂłn.
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