LA VOZ DE GOICOECHEA.- El cuadro puntarenense se coronó este lunes campeón del Clausura 2019 de la segunda división y luchará nuevamente por el ascenso a la máxima categoría en dos partidos ante Guanacasteca (campeón de Apertura).
La tercera puede ser la vencida, porque Jicaral ya ha jugado dos finales nacionales, perdió ambas, una ante el Municipal Grecia y la otra contra la Asociación Deportiva San Carlos.
De hecho, los de la península de Nicoya son expertos en finales, pero las de verdad no las ganan. Acumulan ocho jugadas (incluidas ante griegos y sancarleños) entre las nacionales y las semestrales, según datos del periodista Luis Quirós.
Ante Palmares será una final para recordar por lo que costó terminarla, tardó 21 horas en definirse porque el primer tiempo se jugó domingo (2 p.m.), pero se suspendió por el fuerte aguacero que cayó. Este lunes, con un llenazo inesperado en suelo palmareño, los puntarenses sacaron la tarea empatando (1-1).
El segundo tiempo arrancó muy reñido, los jicaraleños salieron con todo porque estaban en la obligación de anotar para que la mejenga no se extendiera a tiempos extra o para tener que jugarse la vida en la tanda de penales.
Al que no le fue tan bien fue al defensor porteño William Fernández, quien apenas aguantó cuatro minutos en la cancha y tuvo que abandonar lesionado.
Un minuto más tarde ya Palmares se estaba salvando, Albán Gómez reventó un balón en el palo, el rebote le quedó a Leonardo Adams, pero muy incómodo no pudo darse la vuelta para clavarla y llegó Brandon Salazar a alejar el peligro.
Tremendo susto se pegó el técnico Jeaustin Campos, ya que su portero Luis Alpízar, al 59′, se tiró con problemas en el muslo derecho, parecía que iba a tener que sacarlo, pero para su suerte se recuperó.
Los de casa tenían que despertar y fue hasta el 67′ que Joseph Bolaños se inventó una buena jugada dentro del área y sacó un zurdazo que sacudió los palos visitantes
Los aficionados locales estaban estresados y casi se pasean en el partido porque al 69′ le pegaron una serpentina en la cabeza al línea Douglas Zúñiga, pero al final solo se sobó un poco el golpe y listo.
Fue al minuto 88, Wálter Chévez cobró con pierna derecha, Berny Solórzano iba a despejar, pero no pudo y la desvió solo un poco, dejándola servida a Carlos Barahona que no tenía marca y liquidó de cabeza.
Barahona llegó desde la banca para los segundos 45 minutos y se vistió de héroe.
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