Este es un insumo que se les entrega a los congresistas para su trabajo. En total a cada uno se le asigna un monto de ¢1.932.000 por año legislativo, tanto para gasto de celular como para el teléfono de su despacho.
El reporte solo incluye 10 meses, ya que los datos de marzo y abril aún no se contabilizan.
Otro de los rubros que reciben para su labor son los 500 litros de combustible al mes, que deben usar para sus giras los fines de semana.
Los que más hablan
Según la información oficial, el diputado de Restauración Nacional y futuro jefe de fracción, Eduardo Cruickshank Smith, es quien más gasto reporta con un total de ¢702.012.
Consultado sobre el tema, el legislador negó el dato y dijo que él no usa el celular que se les asigna.
“Eso no es del celular, es lo que se gasta en el despacho, porque yo no uso el celular de la Asamblea, uso mi teléfono personal. Lo que pasa es que los ¢170 mil que nos dan al mes cubren el teléfono de la oficina y de ahí mi personal llama mucho a las comunidades de Limón, a ministros, pero no es el celular”, explicó.
No obstante, el documento oficial es claro al señalar que el dato reportado es solo por uso de celular y no por el teléfono del despacho.
A Cruickshank le sigue la socialcristiana Aracelly Salas Eduarte con un monto de ¢534.696. Llama la atención que solo en tres meses (junio, julio y agosto) el gasto de Salas fue de ¢425.045.
El tercero que más gasta en celular es el también socialcristiano Óscar Cascante Cascante con un total de ¢448.846.
No lo usan
Cabe resaltar que 8 legisladores reportan cero gasto, ya que decidieron no utilizar el celular del Congreso para sus labores. Ellos son el frenteamplista José María Villalta, los liberacionistas Luis Antonio Aiza y Karine Niño, los oficialistas Víctor Morales Mora y Welmer Ramos, Walter Muñoz Céspedes del PIN, los socialcristianos Rodolfo Peña Flores y Pedro Muñoz Fonseca.
“Siempre he tratado en todas mis gestiones de hacer un uso lo más eficiente de los recursos públicos, siempre he pagado mi celular y siempre lo he usado para mis tareas de trabajo y mis actividades políticas, no veo por qué la Asamblea debe pagar ese gasto”, declaró Villalta.
El frenteamplista cree que las ayudas técnicas a los diputados pretenden mejorar su trabajo y que puedan llegar a la ciudadanía, por eso cree que no todos los rubros se deben satanizar, por ejemplo, el del transporte para giras, pero en el caso del celular no se justifica.
La liberacionista Karine Niño dijo que ella no solo ese rubro le ahorra al Congreso, sino que sus asesores son gente joven que no genera pluses adicionales como anualidades.
“Cuando se tiene este tipo de puestos es para servir a la patria y hay que poner el mayor esfuerzo para dar la mejor, y si no es necesario usar este rubro, pues no lo haremos”, apuntó.
Niño incluso considera que la administración debería hacer un mejor uso de otros insumos, como por ejemplo las galletas y refrescos que se le dan a cada despacho, ya que muchos de estos productos tienen fecha de caducidad.
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