Salud mental de ticos amenazada por largas jornadas laborales

Foto: Con fines ilustrativos

LA VOZ DE GOICOECHEA.- Costa Rica es uno de los países de la región con la más extensa jornada laboral, pero la menos productiva, situación que podría estar vinculada con la falta de atención integral de la salud mental de los trabajadores.

Un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) del año 2016 indica que, en promedio, los costarricenses trabajan 2212 horas por año, lo que equivale a 42, 5 horas semanales. Lo contradictorio del caso es que los ticos trabajan más, pero son menos productivos; es decir, no rinden de la manera esperada en su ámbito laboral.

La baja productividad laboral está relacionada con una serie de problemas que pueden enfrentar los trabajadores como el aislamiento en su lugar de trabajo, conflictos personales o familiares, la depresión, entre otros, asegura Wayner Guillén, miembro del Tribunal de Honor del Colegio de Psicólogos y especialista en psicología.

Guillén señala que el país está en deuda con la atención de las necesidades psicológicas de los trabajadores.

“A veces el espacio laboral no reúne las condiciones necesarias para tener una adecuada salud metal. Hay problemas de hacinamiento, entre compañeros, conflictos laborales. Hay situaciones que, por el afán de producir, no se atienden las necesidades de las personas”, indicó Guillén.

Asimismo, señala que esta problemática se puede visualizar en la gran cantidad de incapacidades brindadas por la Caja asociadas a enfermedades o trastornos mentales.

“Las personas se agotan en el trabajo, sienten que no están en espacios saludables que lo que importa nada más es el rendimiento y que la parte del desarrollo y crecimiento personal en algunas instituciones no está priorizada, entonces no se están viendo las necesidades integrales de los trabajadores”, indicó Guillén.

A nivel mundial, la depresión, una de las manifestaciones más comunes de enfermedades de salud mental, afecta a más de 300 millones de personas, incluso, se coloca dentro de las principales causas de incapacidad, según la Organización Mundial de la Salud.