LA VOZ DE GOICOECHEA.- La “cultura” del contribuyente sigue siendo un factor de distorsión en el proceso de facturación electrónica, porque el costarricense no atiende el modelo de la facturación en los tiempos oportunos, sino que en algunos casos lo hace cuando él lo considera.
“Esto no solo le ocasiona multas o intereses, sino que complica su modelo de facturación y las operaciones de la empresa y su personal, al no obtener fácilmente los comprobantes”, señaló Dunia Zamora, Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica.
Este año se puso en evidencia el desconocimiento tributario que tienen los costarricenses en temas tributarios, ya que cuando hacen consultas no solo son de como usar el nuevo sistema de facturación, sino que están aprendiendo cómo tributar.
Además, aún hay empresas y comerciantes que no invirtieron lo suficiente en proveedores que pudieran atender las operaciones y demandas de su negocio, y se les complicó toda su operación.
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