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| Lic. Daniel Madrigal Sojo, abogado, notario y periodista. |
Fidel Castro murió creyendo que la Isla, con todo y pueblo, era suya. Maduro se cree propietario de Venezuela, yacimientos de petróleos incluidos. Ortega considera que gran parte de su finca debe ser expropiada para dar espacio a un canal interoceánico, que también será de su propiedad.
El mismo síndrome se da en Costa Rica, donde los jerarcas se sientes ayatolás en sus cargos, y al llegar a ellos creen haber adquiridos títulos de propiedad de las instituciones que representan para manejar como propios los proyectos y dineros públicos.
Los miembros de las Juntas Directivas del ICE declararon secretas sus declaraciones en nombre de su autonomía para actuar en la oscuridad. Las directivas de los bancos públicos declaran secretas sus sesiones cuando se trata de algún asunto del cal ni la prensa ni la opinión publica deben conocer. Los magistrados, como si se tratara de sus propia empresa, elevaron sus salarios en un 96%, también en un total secreto.
El síndrome del propietario también se manifiesta en Recope, el ICT, la JPS, la UCR, el magisterio y hasta la municipalidades. Si fuera que cuidan y protegen sus representadas como propias, merecerían un aplauso. Pero lo que hacen es aprovecharse de su envestidura para repartirse en penumbra el dinero ajeno.
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