LA VOZ DE GOICOECHEA.- Tras cuatro años de haberse engavetado la idea, el Consejo Nacional de Producción (CNP) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) revivieron en enero la idea de asociarse para la producción y uso de etanol en las mezclas de combustibles.
En un oficio dirigido a la Contraloría General de la República, el mes pasado, la Refinadora consultó sobre la posibilidad de realizar una “alianza estratégica” con el CNP, con la finalidad de “crear sinergias” entre ambos entes del Estado.
La alianza se llevaría a cabo específicamente con la Fábrica Nacional de Licores (Fanal), la cual debería construir una planta adicional para poder actuar como proveedor del combustible.
“Como parte de las contraprestaciones, Recope estaría brindando al CNP el suficiente apoyo económico para que éste pueda producir la materia prima requerida que utilizaría la Refinadora para la mezcla con combustible, lo cual garantizaría a Recope tener control sobre la calidad de la producción”, cita el documento enviado a la Contraloría.
La consulta no fue tramitada por el ente contralor, por tratarse de un caso específico y no general, como lo especifica el ordenamiento jurídico.
Viejo plan
La idea de utilizar el alcohol como carburante data de finales de la década de los 70 y desde entonces los planes de mezclar el alcohol con hidrocarburos han sido recurrentes. El último plan data de 2014, cuando el entonces presidente del CNP, William Barrantes le presentó al presidente de Recope de la época, Littleton Bolton, el proyecto “Programa Nacional para el Aprovisionamiento de Alcohol Carburante”.
De acuerdo a las expectativas generadas por el proyecto en aquellas fechas, se reduciría la factura petrolera, se incrementaría la producción de caña de azúcar y además, permitirá el desarrollo económico y social en zonas marginales, donde los terrenos no son aptos para la producción de caña para azúcar, pero si para alcohol, con la ventaja que el follaje de la caña se utilizaría para la generación eléctrica.
Ya a finales de aquel año, la Contraloría señaló que Recope no disponía de la infraestructura suficiente para el proceso de mezcla de biocombustibles con los combustibles fósiles, en los diferentes planteles del país.
El costo de una nueva planta para Fanal superaría los $10 millones y se haría en el Caribe del país.
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