"Vamos a seguir (publicando) porque tenemos un papel (en bodega); no sƩ cuƔnto va a durar pero lo vamos a estirar", dijo a la AFP el presidente del Grupo Editorial La Prensa, Jaime Chamorro.
A travĆ©s de la agencia aduanera, el gobierno retiene desde hace cinco meses la importaciĆ³n de materiales como papel, planchas, gomas, reveladores y otros insumos para la impresiĆ³n de La Prensa y El Nuevo Diario, los Ćŗnicos diarios de circulaciĆ³n nacional.
Algunos efectos de la medida son notorios, como el cierre de otras publicaciones de un mismo grupo editorial, reducciĆ³n del nĆŗmero de pĆ”ginas, suspensiĆ³n de la circulaciĆ³n los fines de semana y reducciĆ³n de personal.
"Hemos hecho ajustes desagradables, pero necesarios", reconociĆ³ el jefe de La Prensa, el periĆ³dico mĆ”s antiguo de Nicaragua, con 92 aƱos de historia. El grupo tambiĆ©n publica el diario "Hoy", de corte popular, la revista Magazine y Domingo.
De 84 aƱos, Chamorro estimĆ³ que insumos por un valor de US$200.000 siguen retenidos por las autoridades aduaneras, incluso pese al pago de impuestos -aunque por ley deben ser exonerados- y a una resoluciĆ³n favorable del Tribunal Aduanero y Tributario Administrativo (TATA).
"Entonces definitivamente lo que quieren es que La Prensa no siga publicĆ”ndose", se lamentĆ³.
En tanto, el grupo editorial de El Nuevo Diario, con 40 aƱos, tambiĆ©n hizo ajustes para resistir el mayor tiempo posible al bloqueo de materiales, como reducir de 24 a 16 pĆ”ginas y dejar de circular el periĆ³dico impreso los fines de semana.
Entre otras medidas que tomĆ³ para extender las existencias de papel cerrĆ³ a finales de diciembre el periĆ³dico Q'Hubo, de corte popular, y redujo el nĆŗmero de pĆ”ginas de diario Metro, una publicaciĆ³n que se distribuye de forma gratuita.
Tanto La Prensa como El Nuevo Diario apuestan por continuar a travƩs de sus sitios web, aunque reconocen que hay limitaciones, como la resistencia de lectores acostumbrados a leer en papel y la baja conectividad a internet, inexistente en las zonas rurales.
Golpe a la libertad de expresiĆ³n
Para Chamorro, la libertad de prensa en un paĆs significa no solo que haya un periĆ³dico o una televisora, sino que haya "variedad de medios de comunicaciĆ³n" a los que el ciudadano puede optar para informarse.
Y cree que la acciĆ³n de las autoridades aduaneras contra los periĆ³dicos forma parte de la polĆtica del gobierno contra los medios de comunicaciĆ³n independientes que se ha intensificado tras el estallido de las protestas opositoras el 18 de abril.
"La Prensa no es la primera vez que pasa una situaciĆ³n semejante", seƱalĆ³, recordando que durante la dictadura de los Somoza (1934-1979) la cerraron dos aƱos, estuvo bajo censura, las instalaciones fueron incendiadas y mataron al director del diario, Pedro JoaquĆn Chamorro (1978), su hermano.
Los medios televisivos no presentan una mejor situaciĆ³n.
La mayorĆa de canales estĆ”n bajo el control del gobierno y "el Ćŗnico (independiente) que quedaba lo cerraron", dijo Chamorro en alusiĆ³n al canal de cable 100% Noticias, cuyo propietario, Miguel Mora, y la jefa de prensa, LucĆa Pineda, estĆ”n presos acusados de "incitar al odio" y de "terrorismo".
Para el jefe de informaciĆ³n de El Nuevo Diario, Douglas Carcache, las restricciones para la impresiĆ³n de los medios escritos son una forma de "limitar la posibilidad de los ciudadanos de acceder a la informaciĆ³n".
Y comparĆ³ la tĆ”ctica con la que usĆ³ el presidente de Venezuela, NicolĆ”s Maduro, para provocar el cierre de los periĆ³dicos que le eran crĆticos, como El Nacional, fuera de circulaciĆ³n por la falta de papel, el acoso polĆtico y la crisis econĆ³mica. "Es un bloqueo brutal al derecho como empresa a funcionar", se quejĆ³ Carcache.
Los encargados de los puestos de venta y los voceadores de los semĆ”foros comentan que tienen menos periĆ³dicos para vender.
"La gente viene y compra el periĆ³dico y cuando no hay preguntan quĆ© pasĆ³, pero nosotros no sabemos por quĆ© nos entregan menos (ejemplares)", reconociĆ³ un vendedor con un puesto en una parada de autobuses.
Pero ninguna de las dos empresas ha mencionado una reducciĆ³n en su tirada.
El eventual cierre de los dos diarios afectarĆa de forma indirecta a unas 600 personas, entre agentes, voceadores y distribuidores.
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