LA VOZ DE GOICOECHEA.- Al igual que sucede con el proyecto para impulsar el tren eléctrico en el Valle Central, el Poder Ejecutivo quiere que el ambicioso plan para modernizar el transporte férreo de carga hacia Limón sea administrado por entes privados.
El Tren Eléctrico Limonense de Carga, denominado como TELCA, fue puesto sobre el tapete este lunes 10 de diciembre.
No es la primera ocasión en que el transporte en tren de mercancías y productos hacia la vertiente atlántica es tema de discusión. A finales del año pasado, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) sopesó un acuerdo con el Instituto Nacional de Seguros (INS) para conseguir los recursos para reimpulsar el servicio.
Es una propuesta, catalogada por el gobierno como ‘altamente rentable’, que procura una inversión de $450 millones para remozar la red Valle de la Estrella-Limón-Río Frío con propósito de movilizar bienes.
Como primer paso, el Incofer y el Banco Interamericano de Desarrollo (BCIE) firmaron un convenio de financiamiento para proporcionar $750 mil para el estudio de factibilidad de la obra.
La iniciativa sería financiada mediante la modalidad ‘Project Finance’. El cual, consiste en que la obra debe tener asegurada la capacidad de generar flujos de caja en la operación para atender el préstamo.
¿De dónde saldría el dinero para la construcción? La idea es que el instituto lo consiga a través de la Ley 9366 de fortalecimiento del Incofer, la cual avala la posibilidad de endeudarse para el desarrollo de proyectos.
“Con la nueva ley del Incofer, esta es una obra que permitiría tener un financiamiento vía la institución. Parte de que el BCIE lleve adelante el estudio de factibilidad es para que pueda ser financiado del BCIE. Es decir, con fondos del banco hacer esta construcción”, explicó Carlos Alvarado, presidente de la República.
Plan ambicioso
La primera etapa del proyecto consta de 172 kilómetros de línea entre Limón y Río Frío. Mientras, el objetivo es que se pase de 2 a 3 trenes de carga diarios (como los que operan actualmente) a 10 trenes diarios con hasta 65 carros planos.
El estudio de factibilidad, que se gestionará a través de una licitación internacional, estaría en curso en el próximo año. Ese análisis aclarará puntos varios: equipos necesarios para la operación, frecuencias, intervenciones en los puentes, materia ingenieril de la vía y tramos donde se requerirá intervención.
Una vez superada esa etapa, la idea es que la construcción inicie entre 2020 y 2021.
“Hay que saber que, igual que el tren eléctrico urbano, se está pensando en involucrar al sector privado como protagonista de la operación. En este caso, el Incofer lo contrataría y le pagaría un canon para que administre el ferrocarril.
“De las tarifas que se cobren saldrá el canon y la cuenta eléctrica que hay que pagarle al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE, que constituirá la catenaria para suministrar la energía que permitirá mover las unidades)”, expresó Ottón Solís, representante de Costa Rica ante el BCIE.
La segunda etapa del proyecto pretende construir una línea férrea de 30 kilómetros entre Río Frío y Bajos de Chilamate, con el objetivo de conectar con la carretera recientemente inaugurada hacia Vuelta de Kopper en San Carlos. Sería la primera ocasión en que el tren llegue a la Zona Norte.
Trazado de la obra valorada en $450 millones. Incofer/Casa Presidencial
FUENTE CRHOY
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