LA VOZ DE GOICOECHEA.- Estudio asegura que, de no aprobarse, Costa Rica recibirá el bicentenario con una deuda cercana al 70% del PIB.
El informe Estado de la Nación 2018 subrayó la urgencia de aprobar una reforma fiscal y criticó que fue precisamente la inacción en esta materia lo que aumentó la magnitud de las repercusiones de ese eventual reajuste.
El estudio señala que el aumento en los sacrificios que tendrá que hacer el país y en la desaceleración de la economía son parte de esas consecuencias, pero advierte que una reforma mal concebida también afectaría el consumo y la recaudación tributaria, elevando así el costo social económico de esta.
La publicación, revelada este martes, reconoce que Costa Rica alcanzó en 2917 su desbalance financiero más alto desde 1980 con un déficit fiscal del 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual vino a incrementar el deterioro de las finanzas públicas.
En ese año, la mitad de ese desequilibrio se explicó por la falta de ingresos para cubrir los gastos básicos sin incluir intereses, mientras la otra mitad correspondió al pago de intereses de la deuda ya adquirida.
La deuda como porcentaje del PIB es un dato que permite estimar el grado de compromiso del Gobierno de acuerdo con los recursos disponibles. Entre más alto sea este indicador, menos posibilidades tiene un país de pagar sus deudas.
En 2017 ese porcentaje alcanzó el 49% del PIB en Costa Rica, 4% más que en 2016.
“Si no se aprueba una reforma fiscal en el corto plazo, la sociedad costarricense recibirá el bicentenario de su independencia con una deuda cercana al 70% del PIB y un déficit financiero del 10%”, advirtió el informe.
El estudio señala que estabilizar el crecimiento de la deuda depende del costo de pedir prestado, el tamaño de la deuda adquirida en el pasado, el déficit primario (dinero que falta para cubrir los compromisos que no son intereses) y el crecimiento real de la economía.
Entre 2016 y 2017, todos esos factores tuvieron un comportamiento desfavorable en el país.
El informe señala que el año anterior los ingresos vía impuestos se expandieron 5,4%, la cifra más baja desde la recesión de 2009.
“Las finanzas públicas del país atraviesan un momento crítico en su historia: los ingresos son insuficientes para cubrir el acelerado crecimiento del gasto, lo cual ha obligado al Gobierno Central a financiarse mediante le endeudamiento.
“Dada la gravedad del problema, el margen de maniobra es muy limitado, por lo que una adecuada gestión de la deuda es determinante para reducir las presiones que genera el déficit fiscal sobre el crecimiento de la economía”, afirmó el estudio.
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