LA VOZ DE GOICOECHEA.- Los empresarios autobuseros que brindan el servicio de transporte público en ruta regular desde hace ya algún tiempo vienen advirtiendo de una crisis que se agrava con el paso de los meses.
Para diciembre la situación llegará a límites que aseguran nunca vivieron en años de estar en un negocio que muchos incluso heredaron de sus padres.
El primer caso ya se registró. Se trata de la empresa Discar S.A., que presentó la renuncia condicionada a la ruta La Periférica, que administró durante más de 40 años, pero ya no puede más, a menos que se dé un cambio en la forma en que pueda trabajar.
En otros sectores del país y con compañías de diferentes tamaños la situación es igual e incluso más dramática, por lo que piden a las autoridades que reaccionen para que no sean los usuarios quienes terminen siendo perjudicados porque ya no se les puede brindar el servicio.
CÁNONES ALTOS
Alba Rojas y sus hermanos son empresarios autobuseros que explotan la ruta entre San Ramón y Zarcero, así como tres ramales o derivadas.
Ella asegura que la principal apenas se sostiene, pero en el caso de los ramales la situación es ruinosa, por lo tanto deben hacer maniobras para mantenerse a flote y evitar devolver la concesión.
“Uno de los principales problemas que tenemos es el cobro del canon de Aresep porque es el mismo para todos, no importa el tamaño de la empresa o la cantidad de servicios que realiza, se cobra a todos por igual”, explicó.
En su caso cada tres meses por las siete unidades con que trabaja debe pagar cerca de ¢2.360.000, cifra que por la baja cantidad de pasajeros que transporta simplemente no alcanza.
La baja en la demanda propiciada por la proliferación de la piratería o el transporte ilegal también los perjudica, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto y que las empresas vuelvan a lograr su punto de equilibrio para sobrevivir, tal como lo establece la ley.
Pero eso no es todo, se debe tener en cuenta que uno de los autobuses está a punto de cumplir su límite y deben sustituirlo, pero no sabe cómo lo harán porque los recursos no dan.
“Estamos pagando los últimos que compramos y a eso se le debe sumar que vienen aguinaldos, marchamos, canon y no sabemos de dónde van a salir los dineros para poder pagar todo esto”, agregó.
Este panorama los hace reconocer que en este momento su situación es delicada y no saben hasta dónde van a llegar porque ya el dinero no les alcanza para sostener la empresa.
PIRATAS
Marvin Morales es otro de los empresarios que aseguran estar en problemas financieros que lo están haciendo comenzar a temer por lo que pueda ocurrir a futuro.
En este caso lo que destaca como principal problema es el tema de los taxistas informales o piratas, que en la región de Occidente, como son Naranjo y Grecia, han venido en un aumento desmedido, lo que va en desmedro de los ingresos de los autobuseros.
“Aquí se nos está volviendo la actividad totalmente ruinosa. Son piratas que se adelantan a los autobuses, pasan por todas las paradas y recogen la gente en todas las paradas”, aseguró.
Esto lo denunciaron ante el Consejo de Transporte Público (CTP) y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), pero no hacen nada y la situación se agrava cada vez más.
A esto se debe sumar el hecho de que la población adulta mayor viene en aumento. En muchas rutas los ancianos no pagan porque están subsidiados por la tarifa de los demás, pero en muchas ocasiones no es así por la poca gente que utiliza el servicio.
“Yo tengo la fe en Dios que haya un cambio en el tema del servicio de transporte. Creo que el ministro actual y el viceministro están en buena disposición, pero si no se hace algo, el que va a pagar las consecuencias en el corto plazo es el usuario”, advirtió.
De momento no se atreve a dar una fecha, pero tiene claro que pronto se deberá tomar una decisión, que puede ser devolver la concesión de las rutas porque ya no cuentan con los recursos para explotarlas.
MODELO TARIFARIO
El principal problema que enfrentan los autobuseros en este momento es el modelo tarifario, que les impide hacer una solicitud de ajuste en las tarifas porque simplemente saben que les va a dar a la baja.
Alberto Benavides, de Autotransportes Hnos. Benavides Acuña S.A., junto a sus hermanos cubre dos rutas en Naranjo y fue enfático al asegurar que la situación es muy difícil, por lo que no sabe qué pasará.
“No sé si voy a poder cumplir con las obligaciones de diciembre, ya el dinero no da. En el 2015 quisimos pedir tarifa, pero con el nuevo modelo no se puede, le da a uno a la baja, aunque no se justifique”, manifestó.
Incluso en este momento está en riesgo de perder tres propiedades que debieron hipotecar para mantener la empresa, con la esperanza de que la situación mejore, pero de momento eso no se vislumbra.
“En 46 años que tengo de trabajar en esto nunca habíamos experimentado una situación como esta. Hubo momentos duros, pero como este ninguno y no sé qué va a pasar”, expresó.
Para Benavides con el modelo tarifario simplemente no se garantiza la estabilidad económica de las empresas y lo único que causará es que deban devolver las concesiones y el CTP tendrá que buscar otras empresas que las administren.
ASUNTO GENERALIZADO
Este panorama se repite a lo largo y ancho del país en decenas de empresas que ya no saben qué hacer y diciembre sería el momento de tomar la decisión de entregar las rutas y que el gobierno se encargue de buscar otras compañías que se encarguen de brindar el servicio.
Esto es lo que aseguran tanto la Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans) como la Cámara Nacional de Autobuseros (Canabus), quienes aseguran que el modelo tarifario de la Aresep como la causa de la crisis.
Silvia Bolaños, directora ejecutiva de Canatrans, aseguró que lo que ocurre es solo el cumplimiento de lo que desde hace meses viene advirtiendo y los usuarios son los únicos perjudicados frente a esta situación.
“Tenemos mucho tiempo de demostrar que este modelo tarifario es ruinoso. Diversos estudios han demostrado que no es sostenible para ninguna empresa”, denunció.
En esta misma línea Yerlin Gómez, directora ejecutiva de Canabus, señaló a la Aresep como la causante de este caos, que se debe detener de una vez por todas.
“Desde hace aproximadamente dos años se inició lo que hoy es la crisis del sistema de transporte público remunerado de personas, modalidad autobús, con la variación de la metodología tarifaria aprobada por la junta directiva de Aresep en ese momento, misma que se ha corregido parcialmente, pero con una imposibilidad material de poder aplicarla”, indicó.
A esto se suman los problemas con la piratería y la falta de modernización por lentitud en el CTP y en la toma de decisiones por parte del gobierno.
ARESEP SE SACUDE
Ante estas afirmaciones Aresep se sacude y asegura que implementaron las acciones necesarias para resolver los problemas.
Roberto Jiménez, regulador general de la República, explicó que trabajan fuerte para solucionar situaciones que se presentan porque durante 20 años no fue actualizado y carece de instrumentos rigurosos y transparentes.
“La Aresep tiene en consulta una propuesta de protocolo para el cálculo de volumen de pasajeros, con el cual se definen las características técnicas que deben contener los estudios de demanda realizados o aceptados por la Aresep”, comentó.
Reconoció además que le preocupan los juicios perdidos previamente a su gestión, que los obligan a buscar arreglos de pago con las empresas para solventar las deudas en varios años y ayudar a mantener la continuidad del servicio a los usuarios.
Manuel Vega, director ejecutivo del CTP, reconoce que existe un problema en el sector que se debe solucionar y buscan la manera de hacerlo.
Señaló que esa es una de las directrices que deben seguir, ya que es la línea ordenada por el presidente de la República y ministro de Obras Públicas y Transportes.
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