PIE
DE FOTO : El
paso a desnivel en Guadalupe beneficiaría a 50 mil conductores. Cortesía/La
República
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Por la carretera circulan diariamente unos 50 mil vehículos de todo tipo, incluyendo buses y furgones.
Es por ello que la obra contempla aceras a ambos lados, bahías para autobuses, un puente peatonal y una nueva alcantarilla ampliada sobre el río Torres.
En total se intervendrán 790 metros de longitud y el paso a desnivel pasará por debajo de una nueva rotonda, que sustituirá la intersección semaforizada existente en el cruce de Walmart.
Con los cambios los vehículos podrán desplazarse a velocidades máximas de 90 kilómetros por hora.
Si todo sale como está planeado por el gobierno, la construcción arrancaría en el primer trimestre de 2019 y se espera que las obras duren como máximo 14 meses.
Con ese cronograma, la obra de infraestructura estaría lista a mediados de 2020 si no hay atrasos.
En estos momentos, el gobierno ya inició con el proceso de licitación pública para la obra.
Un total de cuatro empresas —dos nacionales e igual número de compañías extranjeras—, presentaron sus ofertas para construirla, según la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), encargada del proyecto.
En ese sentido, la UNOPS hará un análisis de las ofertas y posteriormente emitirá una recomendación al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), para que termine de decidir al respecto.
No obstante, las obras no podrán superar los $20 millones, los cuales, provienen de un empréstito aprobado con el Banco Centroamericano de Integración Económica.
El paso a desnivel en Guadalupe forma parte de una serie de obras de infraestructura en el anillo de Circunvalación, tendientes a desahogar el tránsito.
Además de Guadalupe, se planean obras similares en la Rotonda de Garantías Sociales en Zapote y en la Rotonda de la Bandera.
La idea es que conforme se vayan terminado los proyectos, se inicien los siguientes.
Aunque las obras en cuestión ayudarían a mejorar el flujo vehicular, lo cierto del caso es que no resolverían los problemas de tráfico del país, según Claudia Dobles, primera dama y encargada del área de movilidad urbana del gobierno.
“Está más que probado que más carreteras no ayudan a solucionar el problema de movilidad urbana. La mejor alternativa es incentivar el transporte público y por ello, trabajamos en una gran agenda urbana, que engloba el sistema de movilidad combinando el uso del tren, modernizando el sistema de autobuses y otras acciones de movilidad sostenible como ciclovías y bulevares peatonales”, dijo Dobles.
En ese sentido, el gobierno se ha fijado como meta poner en práctica la sectorización y cobro electrónico del transporte público para 2021, cuando venzan las concesiones otorgadas.
Asimismo, dejar concesionada la primera línea de un tren rápido de pasajeros.
La apuesta del gobierno es la correcta, ya que el porcentaje de usuarios de los buses se redujo a un 47%, cuando en 2015 era del 59%, según un estudio de la Contraloría dado a conocer hace dos meses.
Por el contrario, el número de vehículos particulares sigue al alza.
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