La Puerta al Infierno sigue haciéndose más grande

3/19/2018 06:00:00 a.m.

LA VOZ DE GOICOECHEA.- En el planeta existen múltiples lugares que debido a la extraña naturaleza de sus paisajes nos dejan atónitos y sorprendidos.

Tal es el caso de el cráter de Batagaika, siendo considerado el más grande del mundo en su tipo, el cual es evitado a toda costa por el pueblo local de Yakutian en Siberia, llegándolo a nombrar como la Puerta al Infierno.

A pesar de que los habitantes de la región prefieren sacarle la vuelta a dicho cráter, los científicos por el contrario no lo nombran como la puerta al infierno si no lo comparan con una ventana única al pasado.

Debido a que allí se encuentra un registro detallado de 200 mil años de historia de la Tierra.

Las características de la puerta al infierno

En la actualidad el misterioso cráter de Batagaika tiene 85 metros de profundidad y un kilómetro de ancho. Pero de acuerdo a un estudio presentado en 2016 en Alemania se reveló que la pared del cráter había crecido a un promedio de 10 metros por año en la última década.

Durante los años más cálidos el crecimiento del cráter ha sido mayor, incluso de hasta 30 metros por año. Es este ritmo de crecimiento según los científicos no es más que un indicador del alto impacto del cambio climático en el permafrost, llamándole así a la capa de suelo que se encuentra permanentemente congelada.

El inconveniente es que el permafrost es un arma de doble filo. Durante miles de años, el suelo de esta región ha acumulado enormes cantidades de gases y a medida que se derrite el hielo, más carbono es expuesto a microbios.

Estos microbios consumen carbón y producen no sólo dióxido de carbono sino metano, un potente gas de invernadero.

Lo malo es que a medida que el cráter siga fundiéndose, estos gases de efecto invernadero podrían liberarse en la atmósfera acelerando el calentamiento global y hasta el momento no existe ninguna obra de ingeniería que pueda detener el desarrollo de estos cráteres.

Los expertos aún continúan investigando sobre el análisis de sedimentos y en la cronología exacta que está revelando el cráter.