LA VOZ DE GOICOECHEA.- Las declaraciones fueron reveladas esta tarde por el diario The Washington Post y ocurrieron cuando el mandatario discutía sobre la política inmigratoria de EE.UU. con varios legisladores.
El presidente estadounidense, Donald Trump, llamó este jueves “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos y sugirió que preferiría recibir en Estados Unidos más inmigrantes de Noruega en lugar de los de esas naciones.
Las declaraciones fueron reveladas esta tarde por el diario The Washington Post, en una semana en donde el Ejecutivo retiró el TPS a El Salvador -que dejará sin protección a unos 200.000 ciudadanos salvadoreños desde septiembre de 2019- y cuando un juez de California le ordenó restablecer el programa de apoyo a jovenes migrantes.
“¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?”, afirmó Trump durante una reunión con los legisladores en la Casa Blanca.
The Washington Post estaca que el presidente estadounidense reaccionó así cuando dos senadores le plantearon un proyecto de ley migratorio que otorgaría visados a algunos ciudadanos.
Entre los beneficiarios de la medida estarían países que han sido retirados recientemente del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.
Trump sugirió entonces que Estados Unidos debería traer a más inmigrantes de países como Noruega, con cuya primera ministra se reunió este miércoles, de acuerdo con las fuentes del Post.
El periódico The New York Times también dio a conocer la misma información, citando a personas cercanas al encuentro.
Los comentarios de Trump dejaron impactados a los legisladores presentes en la cita, según el diario, que no aclara si el presidente se refería también a Nicaragua con su exabrupto. Los comentarios de Trump alarmaron a los congresistas que participaron en la reunión.
La Casa Blanca no niega el exabrupto
Cuando el portavoz de la Casa Blanca Raj Shad fue cuestionado sobre los comentarios del presidente, lo defendió y no negó directamente sus afirmaciones.
Sin embargo, Shad subrayó que el mandatario enfoca su esfuerzo por encontrar una solución para los sin papeles.
"Algunos políticos de Washington prefieren luchar por países extranjeros, pero el presidente Trump siempre lucha por el pueblo estadounidense", afirmó en un comunicado .
"Siempre supimos que al presidente Trump no le gustan las personas de ciertos países o de según qué color", apuntó el congresista demócrata Luis Gutiérrez.
"Ahora podemos decir con 100% de seguridad que el presidente es un racista, que no comparte los valores de nuestra Constitución", agregó.
Por la noche el mismo presidente confirmó tácitamente el exabrupto al arremeter contra la legisladora demócrata Dianne Feinstein. En un tuit desde su cuenta personal @RealDonaldTrump señaló a Feinstein de filtrar información secreta del comité y le advirtió está incurriendo en una ilegalidad.
Hoy se debatía el proyecto de seis senadores bipartidistas que eliminaría la llamada “lotería de visados” que cada año asigna 50.000 visas a ciudadanos de países con una baja tasa de emigrantes a Estados Unidos, un mecanismo que beneficia mayoritariamente a países de África.
Según dijo a Efe una fuente del Senado, que pidió el anonimato, la mitad de esos visados beneficiarían a los que hasta ahora estaban protegidos por el TPS y la otra mitad estaría reservada a inmigrantes que demostraran cualidades profesionales que merecieran su entrada en Estados Unidos, el famoso “mérito” que defiende Trump.
El acuerdo también abriría un camino a la ciudadanía para más de un millón de jóvenes indocumentados del país que llegaron al país de niños, conocidos como “dreamers” y concedería más de US$1.000 millones para proyectar y construir una barrera física en la frontera con México.
El senador republicano Lindsey Graham y el senador demócrata Dick Durbin acudieron a la Casa Blanca para presentar su propuesta bipartidaria, pero al encuentro terminaron siendo invitados activistas republicanos con una posición muy dura respecto a la inmigración.
Ambos están tratando de alcanzar una solución para los "dreamers", los casi 800.000 jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños.
Trump anuló en septiembre del año pasado la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) aprobada por Barack Obama en 2012, abriendo la puerta a que fueran deportados.
Pero un juez de San Francisco bloqueó el martes la medida, al señalar que el argumento del gobierno es "una premisa legal con fallo".
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