LA VOZ DE GOICOECHEA.- A exactamente 4 semanas de las elecciones, los candidatos a la Presidencia de la República enfrentan desafíos mayúsculos para atraer a la mayor cantidad de votantes a sus filas.
Los aspirantes llegan a la recta final de la campaña arrastrando fallas en organización y comunicación, según apuntan los politólogos Gustavo Araya y Sergio Araya. Justamente este domingo y lunes los 13 candidatos participarán, divididos en 2 sesiones distintas, en el debate organizado por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
A los analistas se les pidió que identificaran al menos 2 desafíos de Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana (PAC), Antonio Álvarez, del Partido Liberación Nacional (PLN), Edgardo Araya, del Frente Amplio (FA), y Juan Diego Castro, del Partido Integración Nacional (PIN).
También de Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional (RN), Otto Guevara, del Movimiento Libertario (ML), Rodolfo Hernández, del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC), Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana (ADC), y Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Esta es una síntesis de las ideas que aportaron los dos analistas.
Carlos Alvarado, candidato del PAC. (CRH).
Inició equivocadamente centrándose solamente en el segmento de los jóvenes indecisos. Tiene que mostrarse como un líder capaz de atraer a votantes de otros segmentos de la población.
Tiene que distanciarse más del gobierno de Luis Guillermo Solís y mostrar mayor protagonismo frente a los diputados del oficialismo.
Ha tenido mala estrategia y mal uso de redes sociales.
La mala imagen del Gobierno se le pega. No ha podido apuntar logros individuales de su gestión como Ministro de Trabajo porque los errores del gobierno son mayores.
Le agarró tarde para que el líder histórico de la agrupación, Ottón Solís, se acerque a su campaña.
Debe romper con la poca notoriedad y entusiasmo que causa como candidato.
Antonio Álvarez, candidato del PLN.
Debe lograr mostrar mayor unidad al interior de su agrupación política, tras el distanciamiento del expresidente José María Figueres de la campaña.
Tiene que construir una estrategia de comunicación política atractiva para detener la caída que ha experimentado en las encuestas de opinión pública.
Conseguir el respaldo de votantes indecisos.
Quitarse la imagen de persona poco confiable.
Debe buscar los apoyos que no ha logrado en términos de líderes políticos del partido, no solo del exmandatario Óscar Arias.
Su comunicación ha sido errática y no hay un hilo conductor. Tiene que comunicar el valor central de su campaña y la promesa de esperanza.
Edgardo Araya, candidato del Frente Amplio.
No se ha posicionado como un líder de estatura nacional. Su liderazgo ha sido regional y sectorial.
Tiene que tratar de pelear para que su partido no pierda la representación parlamentaria que alcanzó en 2014.
El Frente Amplio de hoy no es el de hace 4 años y tiene fisuras.
No ha logrado la notoriedad específica que necesita.
Juan Diego Castro, candidato del PIN.
Mantener el nivel de crecimiento que le otorgan las encuestas.
Demostrar que los posibles votantes que le acompañan no son únicamente los indignados y lograr atraer a otros segmentos de la población.
Proyectar que tiene más ideas y no solo la del combate frontal a la corrupción.
Crear equipo de trabajo y estructura.
Su comunicación es confrontativa. Debería sentar desde ya las bases de otro tipo de comunicación basada en acuerdos.
Rodolfo Piza, candidato del PUSC.
Salir del ocultamiento en el que ha estado.
Identificarse con sectores más jóvenes de la población que lo ven exageradamente conservador.
Refrescar su mensaje político.
Proyectar más a su equipo de campaña.
El PUSC tiene liderazgos muy bien asentados en las 7 provincias, pero Piza no es el líder de esos “feudos”. Tiene que poner esa estructura a trabajar.
Su comunicación es pasivo-reactiva y de limitada capacidad. Debe ser más potente, envolvente y emotiva para quitarle su “acartonamiento”.
Otto Guevara, candidato del Movimiento Libertario.
El Movimiento Libertario ha venido decreciendo. Su principal desafío es que el partido no desaparezca y mantener al menos la cuota actual de diputados.
La marca de Otto Guevara está demasiado desgastada.
Ha sido el principal perdedor en el tema de la investigación por el caso del cementazo.
Debe preocuparse por mantener la sobrevivencia del partido y seguir vigente.
Rodolfo Hernández, candidato del Partido Republicano Social Cristiano.
Debe separarse de la figura del expresidente Rafael Ángel Calderón. Ha sido su principal impulsor, pero al mismo tiempo se convierte en su principal punto débil.
Lo único que ha estado haciendo es tratando de dañar al PUSC y desde ese punto de vista utiliza un capital político prestado al intentar arañar votantes a la Unidad.
Su desafío es crecer orgánicamente con su propio capital político.
Su comunicación es mala y debería tratar de dejar la campaña contra el PUSC.
Mario Redondo, candidato de ADC.
Su principal desafío es lograr una representación similar o superior en el futuro Congreso. O sea, alcanzar al menos dos diputados para el próximo periodo.
No necesariamente es una figura con empatía incluso en el segmento de los votantes cristianos.
Debe demostrar que su partido no depende de una sola figuray hacer todo lo posible para que no desaparezca Alianza Demócrata Cristiana.
Fabricio Alvarado (RN) saludó a algunos privados de libertad en un debate en noviembre.
Es el mejor posicionado dentro del segmento de votantes evangélicos, pero no tiene opción de triunfo.
Debería hacer un esfuerzo por mantener o incrementar la representación legislativa de su agrupación en el próximo periodo.
El poco tiempo que queda para los comicios del 4 de febrero es el principal enemigo para enmendar errores que subsisten desde la génesis de los movimientos de cada uno de ellos.
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