En los últimos días, quizás usted ha notado que la propaganda política lo bombardea cada vez que ve su programa de televisión favorito.
En medio de los partidos de fútbol, de los noticieros, las novelas y a cualquier hora que se considere “prime time”, es un hecho que se encontrará a uno de los 13 candidatos a ocupar la silla presidencial con uno de sus anuncios.
Y es que la pantalla chica es todavía el principal canal de comunicación de los candidatos a la presidencia de la República.
Seis de cada diez costarricenses se informan por medio de la televisión nacional de la cobertura política, de acuerdo con encuestas realizadas por Idespo de la Universidad Nacional en diciembre y el Centro de Investigación de Estudios Políticos de la UCR de octubre anterior.
Mientras tanto, solo el 20% de los electores utiliza Internet y las redes sociales para mantenerse al tanto previo a los comicios.
Por esta razón, no es extraño que el gasto en propaganda política asociado con la televisión, sea el más importante en Liberación Nacional, el PIN, el PUSC, el Republicano Social Cristiano, el PAC y el Frente Amplio, según el Tribunal Supremo de Elecciones, mediante un monitoreo de gastos desde octubre.
Si se compara con la inversión en el mundo virtual, se notan las grandes diferencias, ya que por ejemplo, Antonio Álvarez de Liberación Nacional, ha invertido cuatro veces más en televisión que en redes, mientras que Juan Diego Castro del PIN ha gastado ¢126 millones en TV y solo ¢5 millones en Internet.
El Republicano que lidera Rodolfo Hernández es el que más dinero ha invertido en propaganda por televisión con ¢343 millones, seguido por el verdiblanco Álvarez (¢261 millones), el PUSC (¢222 millones) y el PIN (¢126 millones).
En las próximas tres semanas, es casi un hecho que habrá un aumento en este rubro de publicidad en la TV, ya que aún persiste un alto porcentaje de indecisos —entre 20% y 35% según las encuestas— y por tanto, no está claro si alguno de los aspirantes logrará ganar en febrero, o bien, será necesario realizar una segunda ronda electoral.
La importancia de la televisión radica en que es abierta y por tanto universal, a diferencia del Internet y las redes sociales.
Es un error pensar que la mayoría de los ciudadanos tienen redes, o bien, están interesados en ser “amigos o seguidores” de los candidatos presidenciales y por tanto, ni se enteran —en la mayoría de los casos— de la guerra de guerrillas que ya se vive en el mundo cibernético.
“Quienes vivimos inmersos en las redes sociales, estamos en una especie de burbuja, y creemos que todos están igual de interesados y pendientes que nosotros, cuando no es así. Incluso, se da el hecho de que la gente que sigue a los aspirantes, ni se informa bien, solo lee títulos e interactúa”, indicó José Andrés Díaz, analista político de la UNA.
La gran relevancia de la televisión es reconocida por todos los candidatos presidenciales, quienes incluso han llegado a presentar recursos de amparo electoral contra las televisoras para ganar espacios.
Esto, por no haber sido tomados en cuenta en los debates, o porque sus anuncios fueron censurados, tal y como le sucedió recientemente al Frente Amplio.
“No es posible que el Tribunal Supremo de Elecciones dure casi un mes en resolver un amparo cuando lo que está en juego es el derecho de la gente a recibir información oportuna en época electoral. Este es un tema de libertad de expresión y acceso a la información en época de campaña, no puede tomarse a la ligera. Hemos enviado una carta al Tribunal para que den explicaciones”, dijo Edgardo Araya, candidato de la agrupación izquierdista.
El spot al que hace referencia Araya incluye una serpiente metida en una caja, mientras señala lo peligroso que sería introducir la mano ahí, conforme pasan imágenes de varias agrupaciones políticas adversarias.
Otro aspecto a considerar por los comandos de campaña para invertir menos en las redes sociales, es que el mundo virtual está lleno de perfiles falsos, bots, troles, hackers, que se encargan de ensuciar la campaña y hacer mucha interacción entre ellos, cuando es que solo un número reducido de electores está interesado en la política en el mundo virtual.
Castro tiene 274 mil seguidores en Facebook; Álvarez y Piza tienen 179 mil y 98 mil amigos en esa red social respectivamente, mientras que el padrón electoral suma más de 3 millones.
Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, pidió a los electores tener cuidado con las informaciones falsas que circulan por las vías electrónicas y otros medios el 4 de octubre, al declarar el inicio de la contienda.
“Antes de votar, los electores tienen que buscar información de calidad sobre los aspirantes, sus ideas y trayectorias. Tienen que ponerse en guardia frente a rumores y anónimos, con una actitud crítica a la hora de consumir información. Frente a cualquier afirmación, positiva o negativa, tienen que ver si está respaldada, la credibilidad de quien la dice y con qué pruebas lo hace. Informarse no es atiborrarse de datos y noticias. Requiere reflexión y discernimiento de su parte”, dijo Sobrado.
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