Mercado de las drogas roba la paz a Costa Rica

LA VOZ DE GOICOECHEA.- El OIJ nunca había registrado un panorama como el que vivimos.

La venta de drogas y la actividad alrededor de este negocio hizo que Costa Rica alcanzara un nuevo récord de violencia. La sensación de temor y pérdida de control de nuestra nación existe en muchos ciudadanos. Y las autoridades reconocen no solo un panorama inédito, sino que somos desbordadosante lo que pasa.

El pasado lunes 18 de diciembre el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) anunció que el 2017 es oficialmente el año con más homicidios. Según el último conteo la cifra llega a 582 muertos. En el 2016 el número llegó a 578. Se espera que el año cierre con más de 600 asesinados.

“No recordamos situación semejante a la que estamos viviendo“, dijo Wálter Espinoza, director del OIJ. El narcotráfico está en el centro de la configuración de violencia. La demanda por droga aumentó y con ello la oferta. Pero esa oferta tiene ciertas características e implicaciones agresivas que impactan al país.

El negocio narco

Para Michael Soto, jefe de Planes y Operaciones del OIJ, el mercado de las drogas es “apetecible”. Las organizaciones cada vez quieren más terreno y esto genera una competencia feroz. Es una guerra que desangra ciertos distritos, ciertas comunidades más que otras, pero salpicando al país entero.

Si el negocio es “apetecible”, es por los millones de colones y el poder que se mueven en las estaciones del narco. Los datos del OIJ muestras cuánto dinero llega a generar la venta de droga, que en parte explica el pico de homicidios relacionados. (Dele clic a la imagen)

El control de territorios

Los narcos – grandes o pequeños – tienen cultura expansionista. Quieren que sus (en un inicio pequeñas) distribuidoras de droga crezcan para generar más recursos. El deseo desata la guerra. En su búsqueda por más terreno, los jefes de las “narco-familias” y organizaciones criminales envían a sus súbditos a matar.

Entonces los vendedores de droga de dicha organización se convierten en sicarios. Por matar no les pagan de más, pero les sirve para ser respetados y mejorar su puesto a lo interno del grupo.

Este año las principales pugnas entre bandas se concentran en barrios al sur de la capital, Pavas y hacia el noreste. La ausencia de las cabecillas, que están en la cárcel o fueron asesinados, provoca también una lucha interna para quedarse con el puesto. Es el caso de Guido Toruño, conocido como “Gringo“.

Quien era líder narco y el hombre más buscado, fue asesinado la semana pasada. Sus rivales se ensañaron con él, para enviar un mensaje y dejarse su porción.

La contención

El Gobierno ha apostado a los Centros Cívicos por la Paz, con actividades para prevenir la violencia, unir la comunidad y recuperar espacios. En la imagen el Centro de Cartago.

La Defensoría de los Habitantes, el OIJ y el Ministerio Público concuerdan en que la solución a este fenómeno no le corresponde a un solo actor.

“Costa Rica requiere ampliar las acciones de la seguridad ciudadana a una verdadera seguridad humana, que implica reducir amenazas tales como el desempleo, el crimen, el conflicto sociales, los riesgos ambientales, el hambre, entre otros problemas sociales”, agregó Montserrat Solano, defensora de los Habitantes.

Otro de los factores es el aumento en el consumo de drogas. Según el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), en el 2010, 7 de cada 100 hombres habían consumido marihuana al menos una vez en su vida. Para el 2015 esta proporción aumentó a 17 de cada 100.

Aunque solo el 2% ha probado drogas derivadas de la hoja de coca, el aumento también está registrado.

Juan José Andrade, viceministro de Seguridad Pública, dijo que a pesar de la contención que la policía administrativa trata de dar, es importante que el problema se intervenga desde distintos escenarios.

“Cuando estamos hablando de un joven que está metido en drogas (venta) estamos hablando de una gran cantidad de ausencias: de la familia, los valores, de papá y mamá (…) Por ejemplo, un niño de 10 años es enviado por el papá con un bolsito por droga para que la transporte (…) cuando la policía lo aborda él trata de mentirle a la policía“, comentó Andrade.

El también Director de la Fuerza Pública reconoció que la institución necesita más personal para mejorar la contención de la violencia, desde su flanco.