Jonathan McDonald es uno de los futbolistas más esforzados de Alajuelense y así como juego a juego muestra garra y coraje en la cancha, también es uno de los que más sufre con la crisis de la Liga.
“Es desesperante, es frustrante tener esta racha, nunca en mi carrera había vivido algo así y eso te golpea anímicamente y te duele tener estos momentos que nadie los quiere, no es que nosotros salimos al partido a querer perder”, afirmó el atacante.
Día a día él se cuestiona por qué es que después del partido contra Grecia, los rojinegros entraron en un bache tan grande, porque después de eso solo coleccionan derrotas.
A él le preocupa todo y la situación de Alajuelense le quita el sueño. Inclusive enciende las luces de alerta, porque si los rojinegros siguen sin puntuar, pueden entrar en zona de peligro en la tabla.
“La Liga nunca ha estado acostumbrada a estar en esos puestos y nos sentimos responsables de lo que está pasando, personalmente a mí me da vergüenza quedar dentro de esa historia negativa de Liga Deportiva Alajuelense”.
“A mí me da vergüenza, no quiero ir ni a la pulpería del barrio con lo que está pasando, somos conscientes de que en los próximos cuatro partidos tenemos que apelar a esa vergüenza deportiva, a ese sentimiento, a ese orgullo de que no merecemos estar así”, añadió.
Jonathan McDonald hizo dos goles en Pérez Zeledón, pero eso no le alcanzó a una Liga que sumó su sexta derrota en fila.
Cuando los jugadores salían del Estadio Municipal de Pérez Zeledón, tras firmar la sexta derrota en fila de los manudos, tenían que escuchar a un grupo de aficionados que les gritaba de todo, pero a él le aplaudieron.
“Tienen razón de estar molestos, uno fue aficionado y si yo viera a mi equipo así desde las gradas estaría molesto, tanto a los jugadores como a los aficionados no les gusta perder, no les gusta ver a su equipo mal y entonces qué les puedo decir, las palabras sobran, no tenemos palabras, motivo o razón, hay que apelar al amor propio y al orgullo de no verse así”.
McDonald salió a dar la cara, pero habló con el corazón en la mano.
“Yo hablo por mí, no sé los demás, a mí me da vergüenza estar en esta posición, a pesar de todo yo le puedo decir que cambio los diez goles que he metido por cuatro puntos más, así de fácil”.
Él es muy crítico y dice que aunque anote, a veces ni siquiera sale contento con su accionar, pero sí cree que hubo juegos en los que la Liga hizo méritos para puntuar y no estar en esta crisis sin puntos tras 18 unidades disputadas.
“De los seis partidos, en dos sí merecíamos perder, como contra Carmelita, en el clásico estábamos muy bien hasta el autogol, hasta el 35′ y en el segundo tiempo no se logró, contra Heredia todo iba bien hasta la expulsión y aún así el equipo iba bien, tuvo presencia, son errores puntuales. Nos está costando más por errores individuales que colectivos”.
El melenudo atacante, quien comanda el goleo del Apertura junto al florense Rándall Azofeifa con diez perforaciones, dice que él no es de los que abandona el barco. Por eso, dar un paso al costado ni siquiera pasa por su mente en este momento de vacas flacas para los erizos.
“Soy uno de los capitanes y se sabe que el capitán siempre es el último en abandonar el barco, y yo hasta donde me lo permitan voy a seguir acá tratando de remar, de enderezar, de tapar goteras y de todo para que el barco siga a flote, avanzando hasta donde me lo permitan”, citó.
Y agregó: “Si me tengo que ir, me voy con la consciencia tranquila de que en cada segundo di lo máximo”.
Al consultarle si no lo frustra ver que él da todo lo que tiene en cada partido y que hay compañeros que no lo hacen, respondió: “Me enfoco en mi trabajo, es algo colectivo, lógico, pero lo individual pesa y yo hago lo que tengo que hacer, ya es la consciencia de cada quien lo que hace y lo que no deja hacer también, es frustrante, es doloroso y hasta da impotencia, porque por más que yo quiera meterme en la cabeza y hacer yo el trabajo de él, no se puede”.
A punto de que comiencen las salidas en el equipo, Mac dice que esa situación es difícil. “Tenés rato conviviendo con ellos y pasás mucho rato con ellos, es difícil, pero somos conscientes de que si las cosas no andan bien iba a haber separaciones porque es una planilla bastante amplia. La lista o números o nombres o eso nosotros no lo manejamos, eso es una parte administrativa, pero es ese sentimiento de que perdés a alguien”.
Sin embargo, el delantero reconoce que cada quien es responsable de su rendimiento y su actitud.
“Es un deporte colectivo, pero yo tengo que cuidar mi puesto, tengo que mejorar constantemente, ser autocrítico, analítico y no bajar mi rendimiento ni mi nivel porque posiblemente voy a estar en una lista. En la Liga tenés que competir siempre y si no podés dar el 100% por alguna situación, el mínimo es el 85%. Ahora a ponerle el pecho a las balas y ver qué es lo que va a suceder en las próximas horas o días”, acotó.
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