Entre tanto, de los alumnos que sí tenían trabajo cuando ingresaron a un curso o carrera del INA, un 20% no tenían empleo luego de egresarse.
Estas son razones que dio el propio Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para iniciar un proceso de cambio que entre otros aspectos plantea renovar su oferta académica.
También pesó el hecho de que a partir de 2009 la cantidad de egresados ha disminuido en un 40%.
Todos son datos contenidos en el informe Modernización de la Formación Profesional en Costa Rica, dado a conocer el 26 de setiembre, con bases en datos de la Unidad de Planificación Estratégica (UPE) del INA. Ese documento, además, justifica el pago de una consultoría a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por ¢450 millones.
¿Fracasa el INA en sus objetivos? ¿Por qué los egresados del INA no logran insertarse al mercado laboral?
El presidente ejecutivo de la entidad, Minor Rodríguez, dice no saberlo.
"En la actualidad la oferta formativa del INA se caracteriza por una predominancia de módulos formativos que no generan empleabilidad frente a un bajo porcentaje de programas de formación técnica". Informe Modernización de la Formación Profesional en Costa Rica
Para Franco Pacheco, jerarca de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), una de las razones es la oferta académica de la institucion.
De hecho, uno de cada 3 empresarios considera que las carreras del INA no responden a las necesidades del sector productivo, como lo revela la encuesta Pulso Empresarial, del II trimestre del 2017, que consultó a 400 empresarios, presidentes, gerentes generales y gerentes financieros de las principales empresas del país.
El 40% de los empresarios, dice Pacheco, cree que el sistema educativo técnico no prepara a los jóvenes de forma adecuada para insertarse al mercado laboral. De esta situación, añadió, han advertido al Instituto Nacional de Aprendizaje desde el 2008.
Diagnóstico conocido
La necesidad de fortalecer las capacidades para anticipar las demandas del mercado laboral y ofrecer carreras o cursos que mejoren la inserción laboral de la población atendida, fue reconocida desde el 2010 por la Junta Directiva de la Institución.
Desde aquel momento se pidieron estudios de mercado, pero siete años más tarde, tales estudios no se han realizado.
"En la actualidad la oferta formativa del INA se caracteriza por una predominancia de módulos formativos que no generan empleabilidad frente a un bajo porcentaje de programas de formación técnica (...) De acuerdo al seguimiento de egresados, realizado por UPE, la institución no está logrando el impacto deseado. Las personas egresadas de programas de formación inicial experimentan una baja inserción laboral.
"En el caso de población en condición de vulnerabilidad atendida por el INA, en el año 2015, el dato es todavía menos alentador, ya que se logró insertar laboralmente a solo un 26% de las personas, pero en áreas afines al estudio solamente a un 18%", afirma el informe de modernización.
"Supuse que ese oficio me daría mayor posibilidad de encontrar trabajo, pensé que por ser un título del INA, reconocido en el país, iba a ser fácil encontrar trabajo y que me lo iban a dar de una vez, pero en la calle me encontré algo totalmente diferente a lo que esperaba". Egresado del INA.
Un joven de 18 años, vecino de Ipís de Goicoechea, encara esa frustración.
Desde marzo, él sacó su título de Electricidad con énfasis en edificaciones y ha entregado el currículum en varias empresas. Sin embargo, aún no logra colocarse y generar ingresos para ayudar a su papá con los gastos de su familia, pues es el único proveedor para atender las necesidades de cuatro personas.
"Supuse que ese oficio me daría mayor posibilidad de encontrar trabajo, pensé que por ser un título del INA, reconocido en el país, iba a ser fácil encontrar trabajo y que me lo iban a dar de una vez, pero en la calle me encontré algo totalmente diferente a lo que esperaba. Casi en ningún lado contratan gente sin experiencia, hay mucha competencia y eso que estoy metido en el sitio web del INA de la bolsa de empleo", explicó el joven quien prefirió no ser identificado por temor a que tener problemas en un futuro trabajo.
En el 2015, según las estadísticas del Instituto, 54.615 personas se matrícularon en el INA. Ellos realizaron 136.312 trámites de matrícula de cursos o carreras, pues una sola persona se registra en uno o más.
En total, el INA ofrece capacitación en 2.600 cursos y en 300 programas o carreras.
Minor Rodríguez, considera que la asesoría por ¢450 millones a cargo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para modernizar al INA, dará las respuestas de cuáles son los sectores más demandantes en la economía nacional y cuáles son los menos dinámicos.
Con esa información, Rodríguez espera que mejore la inserción de los alumnos al mercado laboral. El presidente ejecutivo, no obstante, reconoce que tiene más de dos años de realizar mesas de trabajo sobre el tema con representantes de Ucaaep y la Cámara de Industrias.
"Hay sectores como electrónica, mecatrónica y electricidad donde la incorporación al mercado laboral es del 100%, en otros sectores es muy bajo. Lo que hay que hacer es un análisis de todo el INA para ver cuáles sectores son más demandantes y cuáles sectores han ido decreciendo o son menos dinámicos en la economía nacional", explicó Rodríguez.
El viceministro de Trabajo, Juan Alfaro, dice estar enterado de la situación del Instituto. Alfaro, dijo, confía en que con la modernización, la institución logre estar alineada con el mercado laboral.
Pocos graduados
No solo la poca incorporación de egresados del INA al mercado laboral es una de las causas para la modernización, pues también la cantidad de egresados va en picada.
En 2009, el INA egresó a 51.349 personas, en el 2016 fueron 30.919; lo que representa una disminución del 39,7% en la cantidad . En el anuario estadístico del INA se explica que este descenso obedece a que la suspensión de la contratación de servicios de formación, en el año 2009, provocó una caída abrupta en los principales indicadores.
Sin embargo, Rodríguez dice que se ven menos graduados por un tema de "medición". Según él, el número se ve más pequeño porque ahora el Ministerio de Planificación (Mideplán) los mide con el indicador de "personas graduadas de programas" y no "personas atendidas."
Para los empresarios, el plan de modernización de la institución es "un proceso necesario y urgente".
"Es importante destacar que los técnicos medios, así como profesionales universitarios (en especialidades técnicas tales como ingenierías) son el tipo de personal más difíctil de encontrar por parte de los empleadores. La falta de destrezas y la poca o nula expriencia son las principales limitantes del recurso humano a nivel técnico", dijo el representante de la Uccaep.
El estudio Escasez de Talento Humano realizado por la empresa Manpower entre 2016 y 2017 señaló que el 35% de los empleadores costarricenses consultados asegura no encontrar profesionales idóneos para desempeñar las tareas que requiere su empresa.
La causa principal, según los contratistas, es la falta de experiencia y carencia de competencias técnicas. Para atender esta situación, 53% de los empleadores está capacitando por su cuenta y desarrollando a los empleados existentes para cubrir sus vacantes.
Deficiencias
Los problemas del INA ocurren a pesar de que su presupuesto ha crecido en un 45% desde el 2010. En ese año, el presupuesto era de cerca de ¢87.000 millones para este año llegó a ¢126.317 millones.
Además, las plazas también han aumentado. En 2016, el Gobierno aprobó 150 nuevas puestos en el INA; hoy la institución cuenta con una planilla de 3.175 personas.
El informe de modernización fue crítico en apuntar la falta de resultados en la institución a pesar de la cantidad de dinero que recibe.
"Es el único instituto de la región que no diseña y entrega su oferta bajo el enfoque de competencias laborales; las modalidades dual y virtual no logran el impacto deseado, la cantidad de egresados con niveles técnicos es inferior al de instituciones con un tercio de su presupuesto y existe una clara brecha entre la demanda de mercado y su oferta formativa y de servicios", explica el análisis.
Asimismo, cuestionó que el sistema de calidad del INA se ha vuelto "rígido" e impide una actuación ágil y oportuna (excesivo número de trámites y dificultad para actualizarlos) además de presentar deficiencias en la estructura: unidades regionales con duplicidad de funciones y la dificultad de tomar decisiones estratégicas.
Además, halló debilidades para que la institución identifique la demanda, la desactualización de su modelo curricular y realice la selección de la población beneficiaria. También señala problemas de actitud y compromiso de los funcionarios, que afecta la toma de decisiones, y un sistema financiero y de compras "deficiente".
Aún con todos estas deficiencias en el Instituto, la Junta Directiva del INA aprobó por unanimidad, el 19 de junio de este año, reducir la jornada laboral de sus funcionarios de 42 a 40 horas semanales pero con el mismo salario.
Con el cambio, los funcionarios del INA trabajarán ocho horas menos a la semana que la mayoría de empleados del sector privado, que laboran 48 horas. Los estudiantes resultarán afectados con el cambio. Un informe de la propia Subgerencia Técnica del INA reveló que la medida reducirá la cantidad de estudiantes que concluirán estudios por año.
La gestión en el INA también ha sido cuestionada porque su jerarca, Minor Rodríguez, es uno de los presidentes ejecutivos que más días de viaje acumulan. A abril del 2017, Rodríguez registró 101 días fuera del país en 20 viajes.
Esta semana, diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Públicos calificaron al INA como una "agencia de viajes". Llamaron a comparecer a Rodríguez para ahondar sobre un viaje que él y otros funcionarios de la entidad realizarán a la capital de Emiratos Árabes Unidos, al que se le asignó un presupuesto cerca de los ₡62 millones para el pago de viáticos.
Igualmente, le pidieron cuentas sobre la suscripción del convenio con la OIT para la modenización del INA, el cual es confidencial.
Los legisladores consideraron que en el país existen profesionales y entidades, como el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (CICAP) de la Universidad de Costa Rica, con posibilidades para realizar la labora necesaria y a menor precio.
El análisis encomendado a la OIT comenzó en julio del 2017 y finalizará en diciembre de 2018. La propuesta pretende mejorar la organización, la formación dual, la enseñanza del inglés y la digitalización.
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