LA VOZ DE GOICOECHEA.- Una bolsa de arroz de cinco kilos fue lo único que encontraron los rescatistas para transportar a una bebé de dos meses mientras caminaban cuatro horas, cruzando siete veces un mismo río, a fin de ponerla a salvo evitando que el agua la arrastrará.
El hecho se presentó el viernes anterior en la comunidad de Bello Horizonte, en Puerto Soley, en La Cruz Guanacaste. A la pequeña y a su familia los trasladaron al centro de La Cruz.
"Cuando ellos me preguntaron que si tenía un saquito para echar el bebé, lo único que se nos ocurrió fue la bolsa de arroz", dijo Ada Berroteran Bustos, 21 años, madre de la menor.
El drama en este caso se presentó el viernes a las 3 p. m. y finalizó a las 7 p. m., cuando los rescatistas del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Guardacostas y particulares lograron sacar a la mujer, su esposo Marlon Navarrete Bustos, de 25 años, y los otros dos niños de la familia, de año y medio y tres años.
El caso lo conocieron las autoridades cuando se les alertó sobre el rescate de una familia dijo Eduardo Arroyo Sánchez del cuerpo de Bomberos de La Cruz.
"El miércoles comenzó a llover y ya el jueves, el río Guayacán lo teníamos al frente, atrás y a los lados... Como nos quedamos sin comida y agua, mi esposo salió donde los vecinos a buscar agua y comida porque no teníamos nada ya",dijo Ada Berroteran.
"Cuando él va, se encontró a los de la Cruz Roja. Ellos fueron ahí porque les habían dicho que la casa no aguantaba la crecida".
"A mi me pasaron con arnés, a la niña me dijeron que la metiera en un saco..., ya después uno de los Guardacostas se encargó de ella (la bebé), otro con la niña de tres años y él (el esposo) con el chiquito", narró la mujer.
Para lograr salir de la casa y llegar a un lugar seguro los rescatistas debieron caminar con el agua hasta el pecho y cruzar siete veces el río Guayacán que en ese sector va serpenteando.
Luego de caminar las cuatro horas, la familia fue llevada al albergue ubicado en el Colegio Diurno de La Cruz, donde permanecían este domingo.
Cuando llegó al albergue, la niña todavía se encontraba metida en la bolsa de arroz. Venía muy mojada y fría por lo que allí algunas voluntarias la secaron y la cobijaron, dijo Zeneida Pizarro, una de las que la atendió.
La bebé se llama Camila, pero en el albergue todos la conocen como "Arrocita".
"La casa quedó inservible. Era donde vivía la abuela de él pero nosotros no tenemos papeles. No sacamos nada. Ni ropilla para ella (...) él trabaja como peón agrícola", dijo Ada Berroterán.
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