"Hablemos en enero, yo sé que es difícil creer (que va a tener el cartel a tiempo), yo sé que en este país las cosas son difíciles (...). Hay que ponerle ganas a esto, ya es hora de ejecutar", agregó.
El tramo entre San José y Cartago sería la primera etapa de 80 kilómetros de una moderna línea férrea para conectar ciudades de la Gran Área Metropolitana (GAM) como Alajuela, Heredia, Belén, San José y Cartago.
La inversión estimada es de $1.600 millones y para poder financiarla se acudiría al mecanismo de concesión de obra pública.
De acuerdo con estimaciones iniciales, el valor por kilómetro de una vía a nivel es de $8 millones, sube a $20 millones cuando hay un paso elevado y hasta $100 millones si incluye un túnel.
Para Federico Villalobos, economista especializado en infraestructura pública, el éxito de una licitación de este tipo depende de una buena promoción internacional en la cual se deje claro de dónde saldrá el aporte estatal y que asegura una buena estructuración financiera.
Eso sí, advirtió, hay que partir del hecho de que un servicio de tren no se puede sostener solo con la tarifa que paguen los usuarios, pues siempre es necesario un subsidio estatal para hacerlo viable.
El domingo trasanterior, en cadena nacional, el Gobierno destacó avances en la modernización del tren. Incluyó la aprobación de la ley que le permite al Incofer endeudarse para invertir en proyectos de infraestructura, la habilitación de los viajes a Alajuela –en enero de 2017– y la futura reparación de las líneas férreas hacia San Rafael de Alajuela y Paraíso de Cartago.
También mencionó la creación de una aplicación para celulares en la que los usuarios pueden informarse sobre horarios y estado del servicio, el plan de compra de ferrocarriles nuevos y la idea de concesionar el sistema eléctrico.
"Desde hace varios años hemos estado convenciéndonos de que Costa Rica no puede vivir sin un tren, no puede hacerlo porque el volumen de autos en la calle y la necesidad de descontaminar nuestro ambiente así lo demanda", expresó el presidente Luis Guillermo Solís en ese mensaje televisivo.
Según una encuesta de satisfacción de usuarios dada a conocer en abril y realizada antes de poner en operación el servicio a Alajuela, los viajeros confirmaron la necesidad de este medio de transporte, pero se quejaron por las dificultades para los adultos mayores, el mal estado de las estaciones y el calor en los vagones por falta de aire acondicionado.
Tiempo perdido
Marcela Guerrero, diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC) y crítica del sistema de transporte público, lamentó que la Asamblea Legislativa perdiera más de dos años en aprobar la ley de fortalecimiento del Incofer. En su criterio, el tren eléctrico interurbano debería ser un proyecto país que tenga el compromiso de todos los partidos políticos.
También Miguel Carabaguíaz, expresidente del Incofer que reactivó el servicio de ferrocarril en la GAM en el 2005, coincidió en que se ha perdido tiempo valioso para sacar adelante la mejora de las vías, comprar equipos nuevos y construir un nuevo sistema ferroviario.
El exjerarca calificó como deficiente la labor de esta administración en materia de trenes.
"Las presidencias ejecutivas del Incofer en los años 2014, 2015 y 2016 fueron muy pasivas, gastaron recursos en consultorías que no se necesitaban y perdieron tiempo en la construcción de un nuevo sistema de trenes o mejoras en vías existentes", señaló Carabaguíaz.
Compra de trenes
Mientras se concreta la concesión y construcción del tren eléctrico, el Incofer planea invertir $52 millones en la compra de ocho unidades autopropulsadas diésel y con capacidad para 400 pasajeros.
El objetivo de esta adquisición es mejorar el servicio actual y satisfacer la demanda creciente.
Los nuevos equipos se comprarían con un crédito que tramita ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Si no se aprueba ese empréstito, se echaría mano de una reserva de ¢12.500 millones que realizó el Ministerio de Hacienda para el presupuesto de 2018.
Ese dinero es parte de los ¢14.000 millones que le girará el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) al Incofer, según los registros del Ministerio de Hacienda.
Los trenes que pretende comprar el Incofer el próximo año tendrían capacidad para 400 personas cada uno, aproximadamente (CORTESÍA DE INCOFER)
Los términos de referencia para la compra de los ferrocarriles fueron preparados por Óscar Brenes, jerarca del Incofer en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002). El cartel de licitación se publicará a finales de octubre.
Junto a los vagones se encargarán las herramientas para su mantenimiento, repuestos y capacitaciones para los mecánicos del Instituto.
"Sobre la compra de trenes nuevos, yo pregunto: ¿Usted compraría un Ferrari para ponerlo a andar en calles de piedra o lastre? Si se hace eso definitivamente el carro se deteriora, lo mismo ocurriría con trenes nuevos en las líneas actuales", cuestionó Carabaguíaz.
La expectativa es que los primeros tres trenes estén en el país a finales del 2018.
De acuerdo con estimaciones iniciales, el valor por kilómetro de una vía a nivel es de $8 millones. Sin embargo, asciende a $20 millones cuando hay un paso elevado y hasta $100 millones si incluye un túnel.
“En este momento, se están buscando los fondos de cooperación técnica: es más o menos un 5% del valor del proyecto. Se trata de varios millones de dólares para los planos constructivos”, dijo Santana.
Según el presidente del Incofer, ya tocaron las puertas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y del Banco Mundial (BM).
Todas las entidades, afirmó Santana, vieron con buenos ojos el plan, aunque con ninguna hay algo firmado, por ahora.
El proyecto de modernización del ferrocarril pretende aumentar la mayor frecuencia de los viajes, mayor puntualidad e incluir el servicio de Internet en los vagones.
La propuesta de electrificación de los más de 100 kilómetros de vía férrea se divide en tres etapas o trayectos.
La primera va desde La Sabana, en San José, hasta Cartago y tiene previsto pasos a desnivel y un túnel a la altura del cerro Ochomogo.
Con respecto a la segunda fase, esta conectaría La Sabana con las ciudades de Heredia y Alajuela. La última es la que va de San José al cantón de Orotina, Alajuela.
¿Dónde comienza?
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