San José también puede sufir sismos profundos, como el de México

LA VOZ DE GOICOECHEA.-    San José y gran parte de la Gran Área Metropolitana (GAM) cuentan con el ‘caldo de cultivo’ necesario para vivir un sismo de origen profundo, como el que sacudió mortalmente la Ciudad de México y alrededores.

El terremoto de México tuvo magnitud 7.1 grados y profundidad de 60 kilómetros. En el caso de la capital costarricense, la Red Sismológica Nacional (RSN) explicó que por debajo – a 80 kilómetros – pasa la placa del Coco. Esta es ua potencial fuente de movimientos tectónicos.

Pese a que Costa Rica nunca ha enfrentado terremotos de tal profundidad, la posibilidad está abierta.

En caso de que exista un movimiento así – con magnitud de 7 grados – podrían ocurrir daños de consideración.

Eso sí, el tipo de suelo de la capital mexicana colaboró para que los efectos del terremoto del pasado 19 de setiembre fueran contundentes.

“Es cierto que la ciudad de San José está amenazada por los sismos profundos. Si llegan a ser de magnitudes altas, se podrían generar también intensidades considerables que podrían provocar daños”, comentó Lepolt Linkimer, geólogo de la RSN.

Las condiciones geológicas donde está asentada la capital mexicana, en especial el tipo de suelo, magnifican las intensidades de los eventos.

“La Ciudad de México se encuentra en una zona que propicia la amplificación de las ondas sísmicas y un aumento de la intensidad por los suelos en los que se ubica. Si ocurriera un terremoto distante a San José (o profundo) es muy probable que las intensidades no sean tan altas como las que ocurren en México, pues no está en suelos tan blandos. Ellos tienen esa situación particular de la geología”, agregó Linkimer.

Usualmente, los costarricenses estamos preocupados por los sismos superficiales – cuyo epicentro se ubica a pocos kilómetros de profundidad – debido a las repercusiones y daños que han generado en otras oportunidades. No obstante, en otros países como Chile o Perú, los terremotos profundos fueron devastadores.

“Si se concatenan varios eventos con el sismo profundo, pueden ser potencialmente muy destructivos. Si pensamos que un sismo así ocurriera exactamente debajo de San José, estaríamos a 80 kilómetros de la fuente de las ondas sísmicas. Para un evento mayor a 7 grados, las ondas no se habrían atenuado lo suficiente y generarían intensidades altas”, agregó el investigador.


El sismo en México acabó con más de 200 personas. Tuvo una profundidad de 60 kilómetros.

Ya hubo

Datos recopilados por las autoridades científicas muestran que en noviembre de 1948 habría ocurrido un terremoto profundo de 7 grados que provocó daños en la parte central de Costa Rica. Como en ese entonces no existían los instrumentos adecuados, no tienen datos científicos pertinentes.

Adicionalmente, en marzo de 1992 ocurrió un sismo de 6.2 grados con profundidad de 80 kilómetros con epicentro en Naranjo de Alajuela.

“La profundidad está conectada con el área de percepción del sismo. Un sismo superficial, como el de Cinchona (en 2009, magnitud 6.1), se siente intensamente en un área reducida. Sin embargo, las ondas se atenúan rápidamente y – por ejemplo – en Guanacaste no se sintió. En un sismo profundo, de la misma magnitud, se sentirá menos intenso pero el área de percepción va a ser muy grande”, ejemplificó el sismólogo.

Cabe destacar que el país forma parte del llamado Cinturón de Fuego que une desde Chile hasta Nueva Zelanda. Ahí se incluyen 24 países distintos, entre los que se encuentran Argentina, Colombia, México, Estados Unidos, Rusia, Japón, Taiwán o Samoa. Estos últimos con la actividad sísmica más importante del planeta.





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