"Pienso hoy en las madres, nuestras madres, que a pesar de las dificultades o situaciones dolorosas dijeron sí a la vida. Igualmente, las madres que con paciencia y piedad nos transmiten el don de la fe, una fe sencilla, auténtica y arraigada en la vida" indicó el obispo de Limón, Javier Román.
"Los invito a visitar la Posada de Belén (albergue en Alajuela) que nació para acoger y acompañar a las niñas que les fue robada su inocencia y que a pesar de todo dijeron, 'sí a la vida en el vientre'. Esas muchachas son un ejemplo de la fuerza sobrenatural de las madres, que no es otra cosa que la gracia de Dios en sus vidas, que las empuja a dar siempre más de sí, tener valor y a conservar la fe a pesar de los problemas y dificultades", dijo Román.
El cura también criticó que no se valore la vida humana y aseguró que no se le da el valor justo y equilibrado. Criticó el individualismo y egoísmo de la sociedad moderna y enfatizó en la figura de la mujer como madre.
Bien puntuales
A las nueve de la mañana empezó la misa, puntuales los representantes de la iglesia católica y el Gobierno iniciaron el acto religioso para honrar a la patrona de Costa Rica.
El desfile estuvo encabezado por los seminaristas y curas que marcharon vestidos de blanco mientras una multitud de fieles cantaba y trataba de fotografiar con sus celulares el altar en el que se transportaba a la Virgen.
La imagen iba vestida con un traje dorado acompañado de rosas de colores vivos. Los fieles detrás de las vallas de seguridad luchaban por tener el mejor recuerdo del día.
Detallito para la Virgen
Mientras el obispo se mandó fuerte con el sermón, en la plazoleta se observaba a los fieles escuchando atentos y cargando ofrendas para pedir milagros.
Rosa Cruz llegó con una réplica de la basílica que hizo el esposo de su nieta para pedirle a la virgen en la misa que le de un buen trabajo y por que su nieta salga bien de una operación que tiene el lunes. Llegó desde Santa Cruz con mucha fe solicitando un milagro.
Rosa Cruz llegó desde Santa Cruz de Guanacaste con una réplica de la basílica.
Era tal la cantidad de fieles que llegaron este miércoles que muchos prefirieron entrar a la capilla para llegar al altar, aunque la Virgen estaba afuera en la misa.
Muchos lloraban mientras agradecían a la Negrita que les permitió completar su promesa, enfermos, ancianos y niños, todos con mucho respeto y devoción rogaron por sus milagros.
Fieles de rodillas hacia el altar de la Virgen
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