Problemas de conectividad y falta de capacitación frenan el teletrabajo

LA VOZ DE GOICOECHEA. - El aumento de la productividad y la reducción de costos operativos son atractivos para aplicar el teletrabajo. 

El teletrabajo en Costa Rica camina a paso lento y aún tiene por delante un camino que perfeccionar para ser una opción contemplada cada vez más en el esquema laboral del país.

Un análisis hecho por el Programa de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic) de la Universidad de Costa Rica (UCR) señaló que su aplicación comenzó apenas hace año y medio en el 62% del sector público. Solo el 7% lo aplica desde hace más de 5 años.

El informe apunta a que en este sector las principales limitantes son las capacidades de los trabajadores (más del 36%). Mientras, en el ámbito privado el principal obstáculos obedece a asuntos de conectividad (40.3%).

Para analizar la realidad del teletrabajo, el Prosic estudió minuciosamente 330 entidades públicas y 18 privadas.

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“Se encuentra que las competencias de los teletrabajadores(automotivación, disciplina, orden, capacidad para administrar el tiempo, capacidad para separar la vida privada de la profesional o laboral y capacidad para trabajar de forma independiente) y los aspectos relacionados con las limitaciones tecnológicas son las principales razones que implican una dificultad para implementar el teletrabajo.

“Adicionalmente, llama la atención, que, de forma generalizada, todo el conjunto de elementos evaluados tiene porcentajes menores al 50%, lo cual indica que, en general, en las instituciones públicas, estos componentes no se perciben como grandes dificultades para implementar teletrabajo“, cita el estudio, en referencia al sector público.

En cuanto al sector privado, las dificultades de aplicación versan sobre problemas de conectividad (40.3%) y no contar con la tecnología necesaria (33.3%)”, acusa el análisis.

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En el sector público, se aplica distribuido entre hogares y oficinas (50%). En segundo lugar, se desarrolla totalmente en las casas (28%).

En el privado se trabaja más en oficinas (61%) y solo un 11% de las consultadas ofrece la oportunidad de hacerlo a tiempo completo en la casa.

Los sectores público y privado consideran que es una buena opción para aumentar la productividad y disminuir gastos operativos.

También, convergen en los puntos desfavorables: la implicación de un nuevo procedimiento de trabajo interno y la dificultad para generalizar la práctica de esta modalidad laboral.

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Éxito lento

La ausencia de datos, indicadores y proyecciones a nivel nacional hace difícil conocer la realidad del teletrabajo en el país. Esto, pese a que el presente gobierno (Administración Solís Rivera 2014-2018) pretendió crear 4 mil puestos de teletrabajo al final de su gestión.

Este vacío contrasta con el visto bueno de las jefaturas y las percepciones positivas en el entorno empresarial.

“Los procesos de desarrollo, tanto de las prácticas que implican el teletrabajo, las reglamentaciones internas, los planes institucionales o empresariales, así como de los recursos necesarios para su óptima implementación no parecen desarrollarse de forma generalizada y bajo un crecimiento en paralelo en las empresas e instituciones”, consideró Prosic.

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Según Prosic, la clave para que el teletrabajo se fortalezca como un pilar laboral en el país está en tomarlo como una medida permanente y no como un asunto temporal que resuelva imprevistos.
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