Una de las cuatro líneas de transmisión de la subestación falló, al mismo tiempo que otra estaba en mantenimiento, ocasionando una sobrecarga en una tercera línea.
La sobrecarga en la subestación alcanzó los 500 megavatios y fue disparada al Siepac, al fallar los sistemas de protección. Al mismo tiempo sectores de la Ciudad de Panamá, Panamá Oeste y Colón se quedaban sin electricidad.
Para entender la magnitud de la energía disparada de forma anómala al Sistema, puede compararse con los 305,5 megavatios de potencia instalada en la Hidroeléctrica Reventazón, la más grande de Centroamérica.
El potente flujo de energía empezó a viajar por las líneas del Siepac hacia Costa Rica, donde los sistemas de protección, para evitar que toda la red eléctrica conectada al Sistema se quemara -causando una gran tragedia-, desconectó el suministro de fluido eléctrico a nivel nacional.
La reacción en cadena continuó hasta el norte de Centroamérica. Nicaragua reportó haberse quedado sin electricidad durante un lapso breve de tiempo, al igual que El Salvador, país que estaba comprándole a Costa Rica 40 megavatios de electricidad al momento del incidente.
Partes del sur de México reportaron anomalías en las conexiones eléctricas durante varios minutos, sin embargo, estas no pasaron a más.
“Al estar interconectado (el sistema), el efecto de uno repercute sobre otro y eso fue lo que sucedió”, explicó Carlos Obregón.
Según el Presidente del ICE, cuando ocurren eventos como el de hoy, cada país se “desconecta” del Sistema para poder estabilizarse y, una vez alcanzado eso, se vuelven a interconectar.
Antes de que toda la electricidad hubiese regresado a los hogares, comercios e industrias de nuestro país, el ICE ya se había interconectado nuevamente con Nicaragua.
“Al irse la línea de transmisión (de la subestación panameña) hubo un desequilibrio de 500 megavatios que le sobraban a las plantas, entonces se dio un flujo fuerte que produce que si el sistema no actúa con las protecciones, genera un caos tremendo porque quema todos los sistemas. Las protecciones no evitaron que el sistema saliera, pero los mecanismos actuaron: solo se fue la luz, pero no hubo daño”, explicó Obregón.
El jerarca del ICE instó a no ver el lado “malo” del sistema a raíz del incidente de hoy, pues afirma que son más los beneficios.
Por ejemplo, en el año 2014, el ICE obtuvo ganancias de $3,6 millones al vender electricidad a otros países centroamericanos. Al mismo tiempo, los costarricenses se beneficiaron al no tener que pagar $44,4 millones en sobrecostos de electricidad, en vista de que la institución prefirió comprar recurso más barato a otros países, que usar el más caro producida en suelo nacional.
El Siepac de Centroamérica ha sido puesto como ejemplo a nivel internacional, en materia de interconexión de redes eléctricas entre países. Estados Unidos, Canadá y México tienen una similar.
LA RECUPERACIÓN. El procedimiento para recuperarse después de un apagón nacional puede tardar hasta 3 horas, según había dicho el ICE en un comunicado de abril anterior, cuando se celebraban 10 años desde el último apagón a gran escala en el país.
Inicialmente, cada central eléctrica debe encenderse para que vaya produciendo energía, la cual debe ir inyectándose poco a poco a cada uno de los circuitos manejados por las subestaciones eléctricas.
El proceso es lento, pues debe equilibrarse oferta y demanda. Si la demanda es superior a la oferta de la planta, el circuito “se sale”, ocasionando nuevamente un apagón.
Lo anterior explica por qué en algunos lugares del país la corriente volvió al poco tiempo de haberse ocasionado el apagón, pero volvió a cortarse minutos o segundos después.
Asimismo, los protocolos establecen que los primeros que deben recibir la electricidad son aquellos lugares que alberguen instituciones de atención de emergencias, tales como hospitales.
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