El caso se registró en Brasil y según el medio estadounidense El Diario Nueva York, Muriel Padilha, esposo, explicó que cuando los gemelos tenían nueve semanas de gestación, encontró en la casa a su esposa llorando, temblando y vomitando, esto debido a un fuerte dolor de cabeza.
La mujer fue llevada a un hospital donde horas después los doctores la declararon con muerte cerebral, producto de una hemorragia.
Tras varios análisis realizados, los médicos determinaron que los gemelos estaban en perfecto estado, razón por la que la familia decidió mantenerla con vida conectada a un respirador artificial y administrándole múltiples medicamentos para que los pequeños siguieran creciendo.
De esta forma Frankielen se convirtió en la persona con muerte cerebral que se mantuvo en esta condición por más tiempo.
Cuando los pequeños cumplieron siete meses de gestación, los doctores le realizaron una cesárea la mujer para que Asalph y Anna Victoria pudieran nacer.
Luego de tres meses internados en incubadoras, los bebés fueron dados de alta y tras su nacimiento, la familia decidió apagar el respirador de Frankielen para dejarla morir.
Además, decidieron donar su corazón y riñones para salvar la vida de otras personas.
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