No nos va a dar tiempo de tener hambre

LA VOZ DE GOICOECHEA.- Marité Valenzuela H

¡Ahora resulta que hasta la comida y el agua son un lujo! Se puede conservar la vida durante unas semanas sin comer, sin agua a uno se lo lleva “la pelona” en muy pocos días y sin aire uno dura poquitico. Si no nos ahogamos con el aire contaminado, nos moriremos de sed por contaminar y mal manejar ese don de la Naturaleza que es el agua sagrada de este país. ¡No tenemos petróleo pero tenemos agua!, podríamos cambiar agua por petróleo y ¡que nos den vuelto!, pero no, resulta que más bien malbaratan, mal venden y ensucian el tesoro acuífero. La única ventaja de esto es que la sed va a solucionar el problema del hambre. 

Tal vez, pienso, sería más práctico, rápido y menos doloroso organizar un suicidio colectivo al estilo de aquel famoso de Guyana. Si se les ocurriera esto a los responsables (sean quienes sean) de las decisiones técnicas y políticas que han llevado al país, y al mundo a esta tétrica realidad, con la evidente intención de que nos muramos, a través de los medios de comunicación y la propaganda nos convencerían/hipnotizarían de la bendición de tomarnos un veneno negro o transparente con el cuento de que ganaríamos alguna oferta de un carrazo: los medios saben sesgar sus informaciones y noticias, convencen a una enorme multitud de personas de que lo que se dice en ellos es “Santa Palabra”. La propaganda comercial o política es un arte de convencer con todo tipo de técnicas psicológicas iguales o muy similares a las usadas por las numerosas sectas cristianas, musulmanas, Hare Krishnas, moonies, chamánicas rusas, etc., técnicas de control mental que hacen que la persona se anule, se borre a sí misma y se comporte y piense fanáticamente como la secta de turno le ordena. 


 Estas técnicas empezaron en China hace muchos años, con interrogatorios a prisioneros a los que se les hacía un tipo de lavado de cerebro. Los medios pueden manipular las mentes adrede. A través de tanta propaganda amarillista de accidentes y actos delictivos se magnifican estos hechos y además se promociona la adicción a la violencia, la tal violencia es otro tipo de droga y como todas crea adicción, y entonces claro que va a crecer mas y mas, pero siempre será una percepción exagerada la que tengamos si estamos temblando y temblando por la bala perdida, o dirigida, que nos puede destrozar en cualquier momento, como le pasó a esa chiquita mártir y heroína Gracielita Tioli, en Cristo Rey. Se mantiene así a la población en estado de “shock”, tal como lo explica la canadiense Naomi Klein. 

Siempre el miedo a algo. Una prostituta tiene que tener un chulo si quiere estar protegida, lo acepta porque tiene miedo con toda razón, a cambio, prácticamente se hace su esclava. Nosotros los ciudadanos corrientes, estamos aterrorizados en la casa por cárcel, y a cambio de la protección que nos dan los inteligentes y nobles gobernantes, el convulsionado Ministerio de Seguridad y el del Ambiente, tenemos que quedarnos “calladito más bonito”.

Mejor no nos organicemos, permitamos tranquilos que se pierda toda el agua para morirnos de sed y así solucionar el problema de la crisis alimentaria y de paso el de la inseguridad: todos muertos de sed o suicidados, es así de elemental. 

Así que, ¡aleluya! no tenemos que preocuparnos por la comida, no tendremos tiempo para morirnos de hambre.






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