Comentario

Estimada Alcaldesa y regidores del cantón de Goicoechea

La incertidumbre caótica en que vivimos debe de terminar. El cantón ineludiblemente sufre de un desamparo. Lo cierto es que el avance del crimen nos ha dejado sin lugar dónde escondernos. El deber de los valientes, por ende, es confrontarlo y derrotarlo. ¿Hemos de contar con el apoyo de la municipalidad o no? Como ex-asesor de seguridad que fui hasta este pasado mes de mayo en la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana, les recuerdo brevemente la conclusión a la que llegamos aquellos que nos dedicamos a analizar esta crisis de seguridad a nivel cantonal, distrito por distrito.

La droga está haciendo entrada a nuestras escuelas. Parques como Los Cuadros frente a la escuela Tinoco en Purral, a pesar de su hermosura por ayuda de los canadienses que nos patrocinaron su construcción, ya ha sido infiltrado por narcotraficantes. El colegio técnico en Calle Blancos existe en penumbra, donde las colegialas discurren por una zona desalojada y desprotegida, merodeada por rufianes. Las calles del cantón están siendo remendadas, pero los barrios del distrito de San Francisco cerca de las líneas del tren, se han convertido en blanco de los drogadictos. ¿Y qué decir de nuestra propia municipalidad, donde el Parque de Centenario, después de un gasto de 18 millones, se ha convertido en un bunker rodeado de alcohólicos y maleantes? No hay joven que desee frecuentarlo sin saber que bien puede ser atacado.

¿Pero a dónde más pueden ir? ¿Al Coyeya que no permite sino sólo a equipos profesionales jugar allí? ¿Al Parque Central de Guadalupe, que el Ministerio de Salud cerró a causa de la contaminación por las heces y fetidez de las palomas fuera de control? No hay espacio dónde nuestros niños puedan jugar, porque aún los lugares que quedan disponibles ni están bien mantenidos, ni se pueden visitar sin perro pesado en mano o un adulto bravo que proteja.

Como dije, este caos debe de terminar. Y para terminarlo hay que comenzar en algún lugar. Por más grande que sea el elefante, si hay que comérselo, se comienza con la primera mordida, sea que se la metamos primero en la trompa o en el rabo. La recomendación que mi equipo de asesores y yo propusimos tenía dos metas – una a corto plazo, otra a mayor plazo. La de corto plazo sugirió que en tan sólo 6 meses instaláramos justo en ese bunker del Centenario a un centro de monitoreo, de dónde vigilar a cada distrito en sus zonas más críticas mediante una red de cámaras de seguridad.

La segunda propuesta a 24 meses fue la creación de una fuerza de patrullaje municipal de 320 hombres que, con el apoyo de la Fuerza Pública y la participación de vecindarios mediante una herramienta digital como Whatsapp, lograra incrementar la seguridad vecinal de este cantón entero. Sabemos que hay comercios dispuestos a aportar a esta seguridad continua y no solamente los vecindarios.

Mediante esta carta abierta les invito a salir a caminar conmigo el cantón después de las 6 PM, y a hacerlo ante los lectores del sitio web goicoecheasana ysegura para que todos veamos cómo realmente está la situación en nuestro cantón diariamente al caer la noche, y qué están ustedes dispuestos a aportar para efectuar con el pueblo una solución a esta crisis de seguridad y salud pública.

Muy atenta y respetuosamente,

Víctor Mondragón Benavides

Ex-asesor de Seguridad

Comisión Especial de Seguridad Ciudadana

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