Politica

Presidente proclama en su discurso el cambio prometido

Presidente Solís: “No nos detendremos en la ruta del cambio”. 

“Como han podido escuchar, las obras de esta administración son robustas y muestran el cambio prometido“, dijo el miércoles el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, en su tercer informe de labores.

En más de una ocasión emplazó a quienes lo critican a que revisen logros de su gestión y comprueben que sí ha habido el cambio que prometió en campaña.

Este discurso, sin embargo, no convence a diputados de oposición, quienes coincidieron en afirmar que el mensaje presidencial fue simplemente una enumeración de acciones y proyectos, muchos de ellos gestionados y financiados desde la administración anterior.

En su presentación, no definió una hoja de ruta, propia de un estadista, para el cierre de su gobierno y fue omiso, además, en temas de relevancia nacional como el avance de importantes obras de infraestructura, ocultó desaciertos en política exterior, y se hizo el de la vista gorda en sonados casos de corrupción.

Más bien aprovechó para pedir una vez más a los diputados la aprobación de nuevos impuestos, algo que se ha vuelto recurrente en sus últimos mensajes.

Para sustentar que el cambio prometido campaña ya llegó, el mandatario citó los siguientes temas:

Estrategia nacional de reducción de la pobreza basada en criterios técnicos.

Negociar a la baja convenciones colectivas.

Su administración puso al día los registros de agroquímicos.

Definió una política para la gestión de las licencias de atún y disminuyó el tiempo de obtención de los registros sanitarios en el Ministerio de Salud.

Se han cobrado mejor los impuestos existentes y se ha invertido de forma más eficiente los recursos públicos.

Cuando defendió la Ley Procesal Laboral y levantó el veto.

Cuando se se defendió y desarrolló la Fertilización In Vitro (FIV).

Cuando el Gobierno pagó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) el 55% de su deuda por concepto de cuotas obrero-patronales.

“El cambio es evidente. Se manifiesta en miles de acciones de Gobierno que, como lo demuestra el mapa de obras de esta administración, disponible para toda la ciudadanía en Internet, se encuentran construidas por todo el país”, insistió Solís.

El Presidente no había terminado de rendir cuentas cuando la incredulidad y asombro comenzó a aparecer en el rostro de algunos legisladores.

Otros ya estaban afuera del recinto del plenario legislativo para desacreditar el panorama optimista que dibujaba Solís.

“Son relatos comunes. El mensaje sería positivo cuando le preguntemos a los costarricenses si realmente ha existido un avance en temas como desempleo e infraestructura”, respondió William Alvarado, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

El legislador Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana (ADC), agregó que Solís, como gobernantes anteriores, ofrecen excusas y no demuestran transformaciones estructurales.

“No hay un cambio verdadero. No se evidencian grandes transformaciones en la acción de gobierno. Los problemas estructurales subsisten. Los índices de desempleo siguen estando por encima del 9%, la tasa de pobreza sigue estando en el promedio de los últimos 30 años, que es alrededor de un 20%. En seguridad, tenemos un récord histórico en homicidios y un avance descontrolado del narcotráfico”, sostuvo.

Lo que dibujó Solís no es el panorama de un estadista sobre la Costa Rica del futuro. En esto coincidieron Redondo y la jefa de fracción del Movimiento Libertario, Natalia Díaz.

En tanto la liberacionista Sandra Piszk dijo a través de Twitter que “el informe del presidente a Asamblea fue de plaza pública, agresivo, ofensivo y con mentiras evidentes. Sigue gastando recursos en campaña política”.

Pero el asombro de algunos congresistas llegó a un punto más alto cuando el Presidente dijo: “Un cambio que lo fue en todo menos en los principios y valores esenciales de nuestra gente, los cuales han sido recuperados y permiten a la ciudadanía entender que sí se puede hacer política con resultados, sin opacidad y sin miedo. Y esto ocurre pese a quienes quieren desprestigiarnos invocando corrupción donde no la hay ni por atisbo“.

En corrillos legislativos más de uno saltó de inmediato. ¿Y el caso de las viceministras que cobraron millones de millones de colones por un incentivo salarial sin cumplir los requisitos? ¿Y la falta de firmeza del gobernante frente a casos como ese?

“Uno hubiera esperado que se tomaran decisiones fuertes, es un tema que no debe pasar por alto y en un gobierno que habla de transparencia, eso no se debe pasar por alto”, reclamó Díaz.

Igualmente de omiso fue en casos sonados de política exterior.

“Excluye todo lo que tiene que ver con el Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que me confirma la vergüenza que vive don Luis Guillermo ante el agravio a Brasil, ante la carencia de contundencia en el tema de Venezuela, ante los nombramientos irregulares que se han hecho en diferentes lugares del mundo y ante el ocultamiento de información que ha caracterizado al Ministerio de Relaciones Exteriores”, opinó Rolando González, diputado del Partido Liberación Nacional (PLN).

A pesar de esos señalamientos, Solís insistió: “Si el cambio no lo perciben con todo lo que he dicho y lo que me faltó por decir, que lo miren más detenidamente, porque hay cambio de sobra“.

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