Nacionales

Los choferes de Uber están cansados de trabajar en la clandestinidad, bajo la amenaza constante de la Policía de Tránsito y el enojo de los taxistas rojos.

Uber en Costa Rica evolucionó en pocos meses.

“Uno anda con miedo en la calle. A veces rechazo viajes que pueden ser sospechosos. Pero en ocasiones los clientes no quieren ir adelante, una medida para evitar enfrentamientos con taxistas y oficiales de Tránsito”, expuso un conductor.

Es buen negocio ser chofer de Uber, se gana más dinero pero no le gusta trabajar en la ilegalidad.

“Los taxistas están acuerpados por ley. Nos acosan porque saben que somos ilegales. Queremos que nos legalicen. No para que aumenten los clientes, sino para andar tranquilos”, expresó el conductor.

Por transporte ilegal de personas, los conductores se exponen a una multa de ₡160 mil. Además, podrían sufrir el decomiso de la placa y el carro.

Sin futuro

La aplicación tiene 20 meses de operar en Costa Rica.

La legalidad de Uber en Costa Rica no se define. A 20 meses de su funcionamiento, no hay señales contundentes los poderes Ejecutivo y Legislativo para aprobar una normativa.

Mientras, los taxistas mantienen una presión constante para que se declare ‘ilegal’ a la aplicación móvil.

La Unión de Taxistas Costarricenses (UTC) publicó una carta el 26 de marzo donde reitera el deseo de demandar al Estado por los daños que les provoca la inacción ante los ‘piratas’.

“Devolvemos las placas al Estado. Nos hacemos transportistas ‘de hecho’, sin tener que pagar canon del CTP, canon de la Aresep, seguros o sin usar taxímetro. Usamos carros con color o del año que nos dé la gana“, dice la carta de la UTC sobre la situación de Uber.

El debate sobre Uber crece y ya hasta sus propios choferes comienzan a sentirse incómodos por la indefinición imperante en el país.

Quieren trabajar, pero trabajar tranquilos y sobre todo a derecho.




Contáctanos

Reactions

Publicar un comentario

0 Comentarios